A principios del siglo XXI, la ansiedad por el peligro de los subtipos de virus de la gripe A H5N1 (gripe aviar) y H1N1 (gripe porcina), y el coronavirus COVID-19, ha reavivado el interés por el peor brote de enfermedad de Nueva Zelanda, la letal pandemia de gripe que se produjo entre octubre y diciembre de 1918. En dos meses, Nueva Zelanda perdió la mitad de personas a causa de la gripe que en toda la Primera Guerra Mundial. Ningún otro acontecimiento ha matado a tantos neozelandeses en tan poco tiempo.
Mucha gente creía que esta forma grave de gripe era portadora de «un nuevo virus mortal» que llegó en el transatlántico Royal Mail Niagara el 12 de octubre, pero es poco probable que haya sido así. Sea como sea la pandemia, para cuando remitió en diciembre habían muerto unos 9.000 neozelandeses. Los maoríes sufrieron mucho, con unas 2500 muertes. Pero la muerte no se produjo de manera uniforme entre los maoríes o los pākehā. Algunas comunidades fueron diezmadas, mientras que otras salieron prácticamente ilesas. Los únicos lugares golpeados con una severidad uniforme fueron los campamentos militares.
Sin embargo, hubo consistencia en las formas en que el país respondió a la crisis. Se establecieron comités para coordinar los esfuerzos de ayuda, y las áreas se dividieron en bloques o distritos, cada uno con su propio depósito u oficina. Muchas instalaciones públicas y negocios cerraron, y se pospusieron los eventos y reuniones públicas. Con la fuerza de trabajo médica ya sobrecargada debido a la guerra, los voluntarios llenaron los vacíos, ya sea en su propio hogar o en su comunidad local.
Después, el público buscó respuestas del gobierno. Lo que obtuvieron fue una importante reorganización en forma de la Ley de Sanidad de 1920, que Geoffrey Rice, autor de Black November: the 1918 influenza pandemic in New Zealand (Noviembre negro: la pandemia de gripe de 1918 en Nueva Zelanda), describe como «el legado más útil» de la pandemia.
COVID-19 (nuevo coronavirus)
Vea el sitio web del Ministerio de Sanidad para obtener información sobre la respuesta de Nueva Zelanda al COVID-19 (nuevo coronavirus).