Desde hace 75 años, una pequeña tienda de novias en México ha sido objeto de algunos rumores bastante locos. Abundan las historias de chanchullos sobrenaturales, con susurros de voces sin cuerpo, misteriosas manchas frías e incluso alguna sombra que se ve con el rabillo del ojo de algún visitante. Pero el rumor más espeluznante gira en torno a un maniquí de novia sentado en el escaparate; un maniquí muy detallado que muchos dicen que es un cadáver perfectamente conservado.La historia comienza el 25 de marzo de 1930, cuando el extraño maniquí fue colocado por primera vez en los escaparates de La Popular, una de las tiendas de novias más conocidas de Chihauhau, México. Casi de inmediato, los lugareños supieron que algo no iba bien con la figura. Al poco tiempo, las historias sobre el impresionante maniquí empezaron a difundirse por todas partes, y los visitantes acudían desde todos los lugares para ver los intrincados detalles de la muñeca. Desde las arrugas de las manos, pasando por el pelo humano, hasta la mirada hipnótica de sus ojos de cristal, era casi como si la figura fuera una persona real congelada en el tiempo. Según la leyenda, la hija de Esparza había fallecido trágicamente el día de su boda, víctima de la picadura de una araña viuda negra. Los lugareños susurraban que la hermosa figura del escaparate era, de hecho, el cuerpo embalsamado de la hija de Esparza. Cada vez más, los detalles empezaron a cobrar sentido, y la gente del pueblo se indignó. Por supuesto, Pascuala Esparza negó formalmente las acusaciones, pero ya era demasiado tarde: la leyenda estaba grabada en piedra. De todos los empleados que trabajan en la popular tienda de novias, sólo dos pueden cambiarle la ropa, y sólo a puerta cerrada. Cada vez que me acerco a Pascualita me sudan las manos», dice un trabajador de la tienda. «Sus manos son muy realistas y hasta tiene varices en las piernas. Creo que es una persona real». Otros trabajadores dicen que han llegado a la tienda por la mañana sólo para encontrar que Pascualita ha cambiado de posición por sí misma, o se han quejado de que les «observaba» con una mirada inquietante mientras atendían la tienda.75 años después, algunos han llegado a venerar a La Pascualita como una santa, dejando velas y ofreciendo oraciones frente al escaparate. Algunos le piden buena suerte, pero la mayoría acude a ella en busca de orientación en cuestiones de amor. Muchas novias incluso dejan que Pascualita decida sus trajes por ellas, eligiendo simplemente el vestido que lleve en el momento de la visita. Entonces, ¿es el extraño maniquí realmente el cadáver conservado de una novia malograda? Los escépticos dicen que no, señalando el difícil mantenimiento que supone evitar que un cadáver se descomponga, pero los que han visto a La Pascualita en persona se van creyendo… y muy asustados. Al fin y al cabo, ¿qué tiene de extraño que una tienda conserve el mismo maniquí durante casi ocho décadas, y que oculte su desnudez en secreto? Para presentar tus respetos a La Pascualita tú mismo, sólo tienes que dirigirte a La Popular en Chihauhau, México, donde la famosa tienda da la bienvenida a los visitantes para que vean de cerca su extraño modelo, siempre y cuando no lo toques.