A Miley Cyrus le ha ido bien. Es una cantante y actriz de éxito que se dedica a las labores humanitarias y a la defensa de los animales. Tiene mucho amor en su vida, y se preocupa por el planeta y nuestro país. Es buena. Pero hace 10 años, la entonces estrella de Hannah Montana, de apenas 15 años, se vio envuelta en un megaescándalo -por una foto en la que aparecía sin camiseta pero totalmente cubierta- y todo el asunto amenazó su carrera.
Aunque Miley ha protagonizado otras polémicas -ya sea el twerking en los VMAs de 2013 o el salvia-gate en 2010- hace una década era una estrella de 15 años de Disney Channel dispuesta a probar cosas nuevas. Una de esas cosas fue una sesión fotográfica «artística» con la famosa fotógrafa de celebridades Annie Leibovitz para Vanity Fair en abril de 2008. El concepto de la sesión incluía un conjunto de fotos en las que Cyrus se quitaba la camiseta y posaba con una sábana que la cubría. No era nada fuera de lo común para Leibovitz, pero la reacción al producto final sí lo fue.
No se puede culpar a las redes sociales de la reacción: el escándalo fue impulsado por los blogs y los medios de comunicación de la época. La joven cantante y actriz, que estaba dando mucho que hablar en su transición de estrella infantil a estrella adulta (¡OMG, enseñó el sujetador!), fue criticada por la foto «semidesnuda» y «provocativa».
Los padres se quejaron de la sobreexposición de la supuesta modelo a seguir: «¿Alguien quiere una hoguera?»y Disney Channel, que ha invertido mucho en la franquicia de mil millones de dólares (sí, mil millones de dólares), reaccionó criticando a Vanity Fair por crear una situación «para manipular deliberadamente a una niña de 15 años con el fin de vender revistas».
Leibovitz se mantuvo firme y dijo: «La foto de Miley era una foto hermosa, fuerte y sencilla. Creo que en realidad es algo inocente en cierto nivel. A ella le encantaba hacer esa foto, y estaba dispuesta a hacerla. Sólo que su público no estaba preparado. Creo que si se cometió algún error, probablemente es que no debería haber posado para Vanity Fair».
La revista también se mantuvo firme. «Los padres y/o cuidadores de Miley estuvieron en el plató todo el día», dijo entonces un portavoz. «Como la foto fue tomada digitalmente, la vieron en la sesión, y todos pensaron que era un retrato hermoso y natural de Miley». La revista también señaló que la propia Cyrus estaba contenta con las fotos. «Annie tomó, como, una hermosa toma, y pensé que era realmente genial», citaron a Miley diciendo. «Eso es lo que ella quería que hiciera, y no se puede decir que no a Annie». Y añadió: «Creo que es muy artístico. No fue de una forma guarra»
Pero decir que no era guarra no le sirvió a la compañía de Mickey Mouse. Cyrus pronto tuvo que disculparse – y culpó a Leibovitz. «Participé en una sesión de fotos que se suponía era ‘artística’, y ahora, al ver las fotografías y leer la historia, me siento muy avergonzada», dijo. «Nunca tuve la intención de que nada de esto ocurriera, y pido disculpas a mis fans, que me importan mucho».
Incluso su padre, la superestrella del country Billy Ray Cyrus, que también fue su coprotagonista en Hannah Montana y participó con ella en la sesión de fotos de Vanity Fair, se manifestó en contra de la foto. «Parecía que todo estaba bajo control», dijo entonces en el programa Today. «Su publicista estaba allí (…) No sabía que iban a desnudarla y envolverla con una manta». En cuanto al hecho de que realmente estuviera allí durante el rodaje, insistió en que sólo estuvo brevemente, diciendo que se hizo una foto con Miley antes de dirigirse a otra obligación.
El mundo no estaba tan obsesionado con las redes sociales por aquel entonces -todo eran blogs, todo el tiempo-, pero Cyrus recibió el apoyo de otras estrellas. Por ejemplo, Rosie O’Donnell se pronunció en su página web y escribió: «Dejad a Miley Cyrus en paz. Disney está haciendo que se disculpe. Ay yi yi». Compartió su experiencia trabajando con la fotógrafa. «Escucha, Annie Leibovitz – tuve dos sesiones de fotos con ella. Haces lo que te dice. Es intimidante. Tampoco pensé que fuera una foto pornográfica en ningún caso. Pensé que era una especie de hermoso retrato. También me gusta la de ella y su padre. No sé. Es Annie Leibovitz, gente».
Se armó un gran revuelo con la foto en la prensa. El New York Post literalmente avergonzó a Miley. (La portada decía: «La vergüenza de Miley»). Y se cubrió en el New York Times, que escribió que Miley tenía «quince años y estaba sugestivamente envuelta en lo que parece ser una sábana de satén». La revista People realizó una encuesta en la que participaron más de 70.000 personas, de las cuales el 77% calificó las fotos de «inapropiadas para una niña de 15 años».
El entonces presidente de entretenimiento de Disney Channels Worldwide, Gary Marsh, dejó claro que Miley tendría que cambiar su forma de actuar, declarando a la revista Portfolio: «Que Miley Cyrus sea una ‘niña buena’ es ahora una decisión comercial para ella. Los padres han invertido en ella una piedad. Si viola esa confianza, no la recuperará».
Miley continuó haciendo lo suyo – y cada giro equivocado fue recibido con una gran reacción. Hasta que colgó definitivamente el micrófono de Hannah Montana en 2011, los grupos de padres siguieron criticándola por haberse convertido en «el epítome del anti-modelo para las jóvenes.» E incluso después de que el programa terminara, cuando hacía algo provocativo -y se le daba bien, incluso en los VMA- siempre había críticas de que estaba perjudicando a la marca Disney.
Ahora con 25 años y mucho más asentada en la vida (incluyendo un compromiso intermitente con Liam Hemsworth), Miley Cyrus puede ser más ella misma, lo que significa que no hay disculpas forzadas. Aunque sigue estando de acuerdo con una sesión de fotos subidas de tono.
A post shared by Miley Cyrus (@mileycyrus) on Mar 30, 2018 at 10:53am PDT
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