La sal marina es la forma más pura y sin procesar de la sal que se obtiene de forma natural de las aguas del mar. A diferencia de la sal de mesa, no está yodada y se produce evaporando y filtrando el agua salada de los océanos y lagos.
Con los nombres vernáculos de sal de bahía o sal solar, la sal marina tiene un color naturalmente más oscuro debido al alto contenido en minerales por el revestimiento de arcilla de la masa de agua.
Espolvorear una pequeña pizca de ella no sólo realza el sabor del plato sino que, al no estar procesada, tiene intactos todos los nutrientes y minerales esenciales que la hacen extremadamente beneficiosa y aumentan su valor nutricional.
En función de la región en la que se produce la sal, como el Himalaya, el Mar del Norte, el Océano Atlántico, el Mar Céltico o el Mar Mediterráneo, la sal marina tiene un color, un sabor, un método de recolección y unas características distintas. Algunas variedades famosas de sal marina son la sal marina del Himalaya o sal rosa, la sal marina celta, la sal marina escamosa, la sal marina hawaiana y la sal marina Fleur de Sel.
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Desde hace cientos de años, antes de que la modernización se impusiera, la gente había estado utilizando la sal marina, no sólo para cocinar los alimentos, sino también por sus numerosos beneficios para la salud. Los beneficios tradicionales de la sal marina para la salud se mencionaron por primera vez en las escrituras históricas del Vinaya Pitaka, un texto budista del siglo V a.C.
Todos sabemos que la sal satisface nuestra ingesta de sodio, que es extremadamente necesario para equilibrar el contenido de electrolitos en nuestro cuerpo, mantenerlo hidratado y controlar la transmisión nerviosa y la función muscular.
Pero poco sabíamos que tiene una gran cantidad de beneficios para la salud debido a su rico contenido en minerales.
- Increíbles beneficios para la salud de incluir la sal marina en su dieta habitual
- Proporciona alivio de la artritis
- Aumenta el sistema inmunológico
- Mejora el funcionamiento cardíaco
- Promueve la digestión
- Rejuvenece la piel
- Combatir las anomalías respiratorias
- Alivia el estrés
- Remedia los calambres musculares
Increíbles beneficios para la salud de incluir la sal marina en su dieta habitual
Proporciona alivio de la artritis
La potente propiedad antiinflamatoria que poseen las sales marinas es un elemento clave en la reducción del dolor y la inflamación para aquellos que sufren de artritis. Varias investigaciones avalan que bañarse con sales del mar muerto e incluir la sal marina en la dieta ha demostrado resultados notables en la reducción del dolor y la inflamación a la que se enfrentan tanto la reumatoide como la artrosis.
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Aumenta el sistema inmunológico
La propiedad alcalinizante de la sal marina ayuda a mantener a raya las infecciones bacterianas y virales. Además, la presencia de minerales esenciales como el zinc, el hierro, el fósforo, el manganeso, el magnesio, el potasio y el yodo ayuda a reforzar la inmunidad del organismo. La cantidad adecuada de nutrientes y depósitos minerales en la sal marina la hacen extremadamente beneficiosa para la alergia, la fiebre, el resfriado y la gripe.
Mejora el funcionamiento cardíaco
La sal marina, al ser una excelente fuente de sodio y potasio, es un ingrediente clave para mantener un ritmo cardíaco normal y mejorar la salud cardiovascular. A diferencia de las sales de mesa habituales, la sal marina no aumenta la presión arterial, aunque varias investigaciones avalan que una pizca de sal marina en lugar de sal de mesa en la dieta habitual mostró un marcado efecto en la reducción de la hipertensión y, por lo tanto, en la reducción de los riesgos de enfermedades del corazón.
Promueve la digestión
La sal marina desempeña un papel fundamental en la promoción de la digestión. Potencia las papilas gustativas para que segreguen una enzima llamada amilasa salival que ayuda a la descomposición primaria de los hidratos de carbono. La falta de secreción adecuada de ácido clorhídrico puede provocar una serie de dolencias estomacales como indigestión, hinchazón, calambres estomacales, distensión abdominal, acidez, etc. La sal marina tiene una gran importancia, ya que estimula al estómago para que produzca ácido clorhídrico que, a su vez, ayuda a la descomposición de los alimentos, con lo que se reduce la mejora de la digestión.
Rejuvenece la piel
La sal marina, cuando se utiliza de forma tópica, actúa como exfoliante natural. El alto contenido en minerales y las propiedades antiinflamatorias de la sal marina son extremadamente beneficiosas para el acné, la psoriasis, el eczema y el envejecimiento. Pruebe a frotarse el cuerpo con una mezcla de sal marina, miel y aceite de almendras para exfoliar las células muertas de la piel, mejorar la circulación sanguínea, aumentar el contenido de humedad y enriquecer la piel con nutrientes esenciales.
Combatir las anomalías respiratorias
La abundancia de propiedades antiinflamatorias y los efectos calmantes de la sal marina ofrecen un remedio extremadamente valioso para la salud respiratoria. Al ser un potente expectorante, ayuda a eliminar los depósitos de mucosidad y flema en las fosas nasales, proporciona alivio al dolor de garganta, a la congestión del pecho y también alivia la garganta seca e irritada. También es un potente remedio para el asma, la bronquitis, la sinusitis y la faringitis.
Alivia el estrés
Debido a la presencia de propiedades adaptógenas y sedantes, la sal marina ayuda activamente a regular dos hormonas en el cuerpo: la serotonina y la melatonina, que ayudan a relajarse y a tener un sueño más tranquilo. También tiene una gran importancia para proporcionar estabilidad mental mediante la regulación de la hormona del estrés, es decir, la serotonina, que a su vez reduce varios síntomas de ansiedad, incluyendo la inquietud, el malestar, las manos y los pies fríos, etc. y otorga una sensación de frescura y felicidad.
Remedia los calambres musculares
Los calambres musculares son bastante comunes después de una sesión de entrenamiento excesivo debido a la pérdida de electrolitos a través del sudor. Un vaso de agua impregnado con una cucharadita de sal marina, tomado antes de salir a entrenar, actúa como una bebida electrolítica que equilibra el déficit de electrolitos a la vez que te mantiene hidratado, evitando así los calambres musculares y la deshidratación a la vez.