Logros de los aztecas
Los aztecas adaptaron muchas ideas de grupos anteriores, incluyendo sus calendarios y templos-pirámides. Pero los aztecas mejoraron estas ideas y las hicieron suyas.
Ciencia y tecnología Uno de los logros tecnológicos más notables de los aztecas fue la construcción de su ciudad-isla, Tenochtitlán. Los aztecas ampliaron el área de la ciudad creando islas artificiales llamadas chinampas. En la actualidad, los floricultores de Xochimilco, cerca de Ciudad de México, siguen utilizando chinampas. Los turistas disfrutan haciendo viajes en barco para ver estos «jardines flotantes».
Tan impresionantes como las chinampas eran las tres calzadas que conectaban Tenochtitlán con el continente. Las calzadas estaban a menudo abarrotadas de gente que entraba y salía de la capital. Durante la temporada de lluvias, cuando las aguas del lago subían, las calzadas también servían de diques.
Para administrar el tiempo, los aztecas adaptaron los calendarios solar y sagrado mayas. El calendario solar de 365 días era especialmente útil para la agricultura, ya que seguía las estaciones. Los sacerdotes utilizaban el calendario sagrado de 260 días para predecir acontecimientos y determinar los días de «suerte» para cosas como la siembra de cultivos y la guerra.
Uno de los artefactos aztecas más famosos es un calendario llamado la Piedra del Sol. Dedicado al dios del sol, esta piedra bellamente tallada tiene casi tres metros de ancho y pesa casi veinticinco toneladas. El centro muestra el rostro del dios del sol. Hoy en día, la Piedra del Sol es un conocido símbolo de México.
Artes y arquitectura Los aztecas practicaban varias artes, como la poesía, la música, la danza y la escultura. Los poetas escribían versos para cantar las alabanzas de los dioses, para contar historias y para celebrar el mundo natural. La poesía era muy valorada. Los poetas aztecas cantaban sus poemas o los recitaban con música. A veces, los actores los interpretaban, creando un espectáculo dramático con diálogos y disfraces.
La música y la danza eran características importantes de las ceremonias y fiestas aztecas. La gente se vestía para estas ocasiones especiales. Las mujeres llevaban hermosas blusas sobre sus faldas. Los hombres se pintaban la cara, se engrasaban el pelo y llevaban tocados de plumas. Los bailarines formaban grandes círculos y se movían al ritmo de los tambores y el sonido de las campanas. Las danzas tenían un significado religioso y los bailarines debían realizar cada paso correctamente. A veces, miles de personas bailaban a la vez. Incluso el emperador se unía ocasionalmente.
Los aztecas también eran pintores y escultores dotados. Los pintores utilizaban colores brillantes para crear escenas que mostraban a los dioses y las ceremonias religiosas. Los escultores creaban estatuas de piedra y esculturas en relieve en las paredes de los templos. También esculpían pequeñas figuras de personas y animales en roca y piedras semipreciosas, como el jade. En cuanto a la técnica y la belleza, su trabajo superaba al de las culturas mesoamericanas anteriores.
En arquitectura, los aztecas son recordados hoy en día por sus enormes templos de piedra. Los aztecas fueron únicos en construir escaleras dobles, como las del Templo Mayor de Tenochtitlán. Las escaleras conducían a dos templos, uno para el dios del sol y otro para el dios de la lluvia. Las pirámides más pequeñas cercanas tenían sus propios templos, en los que ardían fuegos de sacrificio ante enormes estatuas de los dioses.
Lenguaje y escritura El lenguaje hablado fue elevado a la categoría de arte en la sociedad azteca. Casi cualquier ocasión requería discursos dramáticos y a menudo floridos. El rico vocabulario de la lengua azteca, el náhuatl, permitía a los hablantes crear nuevas palabras y describir conceptos abstractos.
El sistema de escritura azteca utilizaba tanto glifos como pictogramas. Un pictograma es un dibujo que representa una palabra, frase o nombre, en lugar de simbolizarlo. Por ejemplo, el pictograma azteca para la guerra era un símbolo de un escudo y un garrote. Los aztecas no tenían suficientes pictogramas y glifos para expresar todo lo que se podía decir en su lengua. En su lugar, los escribas utilizaban la escritura para enumerar datos o esbozar acontecimientos. Los sacerdotes utilizaban estos escritos para avivar sus recuerdos al relatar historias del pasado.