Carl Gustav Jung es quizás el disidente más famoso del psicoanálisis clásico. Se alejó de las ideas freudianas y exploró las raíces ancestrales y el inconsciente colectivo y tuvo muchas ideas revolucionarias. Una de ellas fue la de los 12 arquetipos de personalidad de Jung.
Para definir sus 12 arquetipos de personalidad, Jung estudió los símbolos y mitos de muchas culturas diferentes. Estos arquetipos representan patrones de comportamiento que conforman diferentes formas de ser. También son símbolos e imágenes culturales que existen en el inconsciente colectivo.
«Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad. Este último procedimiento, sin embargo, es desagradable y, por lo tanto, no es popular»
-Carl Jung-
Definió los 12 arquetipos junguianos como una tendencia innata a generar imágenes con un intenso significado emocional que expresan la primacía relacional de la vida humana. Son huellas que están enterradas en nuestro inconsciente. Estos términos definen los rasgos particulares que todos tenemos.
Los 12 arquetipos junguianos
El sabio
El sabio es un libre pensador. Su intelecto y conocimiento son su razón de vivir, su esencia. Buscan comprender el mundo y su ser utilizando su inteligencia y capacidad de análisis. Siempre tienen un hecho, una cita o un argumento lógico en la punta de la lengua.
El inocente
El inocente parece haber leído y absorbido todos los libros de autoayuda del mundo. Son optimistas y siempre buscan la felicidad. El inocente ve lo bueno en todo. Quieren sentirse bien adaptados al mundo que les rodea. El inocente también quiere agradar a los demás y sentir que pertenece a ellos.
El explorador
El explorador es un viajero audaz. Se pone en marcha sin un camino claro y siempre está abierto a la novedad y a la aventura. El explorador siente un profundo amor por descubrir nuevos lugares y nuevas cosas sobre sí mismo. El inconveniente del arquetipo del explorador es que siempre busca la perfección y nunca está satisfecho.
El gobernante
El gobernante es un líder clásico. Creen que deben ser ellos los que pongan orden en cualquier situación. El gobernante es estable, se esfuerza por alcanzar la excelencia y quiere que todos sigan su ejemplo. Suele tener muchas razones por las que todo el mundo debería hacerle caso. Este es uno de los 12 arquetipos de Jung relacionados con el poder. El gobernante, en su deseo de imponer su voluntad a los demás, puede convertirse fácilmente en un tirano.
El creador
El creador tiene un profundo deseo de libertad porque ama la novedad. Les encanta transformar las cosas para hacer algo completamente nuevo. El creador es inteligente, inconformista y autosuficiente. Es imaginativo y tiene buen humor. Sin embargo, también pueden ser incoherentes y pasar más tiempo pensando que haciendo.
El cuidador
El cuidador se siente más fuerte que otras personas. En consecuencia, ofrecen una protección maternal a quienes les rodean. Quieren proteger a las personas de cualquier daño y tratan de evitar que cualquier peligro o riesgo amenace la felicidad de los demás. En casos extremos, el cuidador se convierte en un mártir que recuerda constantemente a todos sus sacrificios.
El mago
El mago es como un gran revolucionario. Se regeneran y renuevan no sólo para sí mismos, sino también para los demás. Están en constante crecimiento y transformación. El lado negativo del arquetipo del mago es que su humor puede ser contagioso. A veces convierten los acontecimientos positivos en negativos.
El héroe
El eje de la vida de un héroe es el poder. El héroe tiene una vitalidad y una resistencia poco comunes que utilizan para luchar por el poder o el honor. Hacen cualquier cosa para no perder. De hecho, no pierden porque nunca se rinden. El héroe puede ser excesivamente ambicioso y controlador.
El Rebelde
El rebelde es un transgresor. Provocan a la gente y no les importa en absoluto la opinión de los demás. Por ello, les gusta ir a contracorriente y pensar por sí mismos. No les gusta que les presionen ni que les influyan. El lado negativo del arquetipo rebelde es que pueden llegar a ser autodestructivos.
El amante
El amante es todo corazón y sensibilidad. Aman el amor y les encanta prodigarlo a otras personas. Su mayor felicidad es sentirse amado. Disfrutan de todo lo que es agradable a los sentidos. Valoran la belleza (en todos los sentidos de la palabra) por encima de todo.
El bufón
Al bufón le gusta reírse, incluso de sí mismo. No llevan ninguna máscara y tienden a derribar los muros de los demás. Nunca se toman en serio a sí mismos porque su objetivo es disfrutar de la vida. El lado negativo del bufón es que pueden ser lascivos, perezosos y codiciosos.
El huérfano
El arquetipo del huérfano anda con las heridas abiertas. Se sienten traicionados y decepcionados. Quieren que otras personas se hagan cargo de su vida. Cuando nadie lo hace, se sienten decepcionados. Tienden a pasar el tiempo con personas que se sienten igual que ellos. El huérfano suele hacerse la víctima. Finge ser inocente. El huérfano tiene un lado cínico y talento manipulador.
Los 12 arquetipos junguianos que describimos aquí no son la única versión de las ideas de Jung. Otras versiones incluyen diferentes arquetipos. Sin embargo, son esencialmente los mismos, sólo que con nombres ligeramente diferentes. Puedes utilizar estos arquetipos en muchos campos, incluyendo la psicoterapia, el marketing y el arte.