Pero la posible contribución a la disminución de la ansiedad aún no está clara, sugiere la revisión de la evidencia
Los probióticos, ya sea tomados solos o combinados con prebióticos, pueden ayudar a aliviar la depresión, sugiere una revisión de la evidencia disponible, publicada en BMJ Nutrition Prevention & Health.
Pero aún no está claro si podrían ayudar a disminuir la ansiedad, dicen los investigadores.
Los alimentos que amplían el perfil de las bacterias útiles en el intestino se conocen colectivamente como probióticos, mientras que los prebióticos son compuestos que ayudan a estas bacterias a prosperar.
En el Reino Unido en 2016-17, 1,4 millones de personas fueron derivadas con problemas de salud mental, más de la mitad de ellas (53%) tenían ansiedad o trastornos relacionados con el estrés, mientras que un tercio (33%) tenía depresión.
Existe una relación bidireccional entre el cerebro y el tracto digestivo, conocida como el eje intestino-cerebro. Y la posibilidad de que el microbioma -la gama y el número de bacterias residentes en el intestino- pueda ayudar a tratar la mala salud mental se ha convertido en un foco de interés en los últimos años.
Para explorar esto más a fondo, los investigadores buscaron estudios relevantes publicados en inglés entre 2003 y 2019, que analizaron la posible contribución terapéutica de los prebióticos y probióticos en adultos con depresión y/o trastornos de ansiedad.
De un ramillete inicial de 71 estudios, solo 7 cumplieron todos los criterios de inclusión. Los 7 investigaron al menos una cepa probiótica; 4 analizaron el efecto de combinaciones de múltiples cepas.
En total, 12 cepas probióticas aparecieron en los estudios seleccionados, principalmente Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei y Bifidobacterium bifidium. Un estudio analizó el tratamiento combinado con prebióticos, mientras que otro analizó el tratamiento con prebióticos por sí mismo.
Los estudios variaron considerablemente en su diseño, métodos utilizados y consideraciones clínicas, pero todos ellos concluyeron que los suplementos probióticos, ya sea solos o en combinación con prebióticos, pueden estar relacionados con reducciones mensurables de la depresión.
Y todos los estudios mostraron una disminución o mejora significativa de los síntomas de ansiedad y/o cambios clínicamente relevantes en las medidas bioquímicas de la ansiedad y/o la depresión con el uso de probióticos o prebióticos combinados.
De los 12 probióticos diferentes investigados, 11 fueron potencialmente útiles, según los resultados.
Los investigadores destacan varias advertencias en su revisión: ninguno de los estudios incluidos duró mucho tiempo; y el número de participantes en cada uno fue pequeño.
Esto dificulta la extracción de conclusiones firmes sobre los efectos generales, si son duraderos y si puede haber efectos secundarios no deseados asociados al uso prolongado, afirman.
No obstante, en base a los datos preliminares obtenidos hasta la fecha, la terapia pre y probiótica justifica una mayor investigación, sugieren.
Los probióticos pueden ayudar a reducir la producción de sustancias químicas inflamatorias, como las citocinas, como ocurre en la enfermedad inflamatoria intestinal, sugieren los investigadores. O pueden ayudar a dirigir la acción del triptófano, una sustancia química que se considera importante en el eje intestino-cerebro en los trastornos psiquiátricos.
Como los trastornos de ansiedad y la depresión afectan a las personas de forma muy diferente, requieren enfoques de tratamiento que tengan en cuenta estas complejidades, dicen. «De esta manera, con una mejor comprensión de los mecanismos, los probióticos pueden resultar una herramienta útil en una amplia gama de condiciones», escriben.
Las personas con depresión y/o trastornos de ansiedad también suelen tener otras condiciones subyacentes, como la producción de insulina alterada y el síndrome del intestino irritable, señalan.
«Como tal, el efecto que los probióticos tienen en los pacientes con puede ser doble: pueden mejorar directamente la depresión en línea con los hallazgos observados en esta revisión, y/o podrían tener un impacto beneficioso en la experiencia de un paciente de su al aliviar las comorbilidades adicionales», escriben.
«A partir de la información recopilada para esta revisión, es válido sugerir que, para los pacientes con depresión clínicamente reconocida: es poco probable que la terapia prebiótica aislada o adyuvante afecte a la experiencia de un individuo de su condición de una manera cuantitativamente evidente; y que la terapia aislada o adyuvante, probiótica/combinada prebiótica-probiótica puede ofrecer una mejora cuantitativamente medible en los parámetros relacionados con la depresión», concluyen.
«Sin embargo, no hay datos adecuados para sugerir algo significativo que apoye o refute el uso de cualquiera de los agentes pre/probióticos (o una combinación de ambos) en pacientes con trastornos de ansiedad clínicamente reconocidos; esta sería un área útil para investigar más.»
06/07/2020
Notas para los editores
Revisión sistemática: Alimentación &Estado de ánimo: una revisión de las intervenciones suplementarias con prebióticos y probióticos en el tratamiento de la ansiedad y la depresión en adultos doi 10.1136/bmjnph-2019-000053
Journal: BMJ Nutrition Prevention &Salud
Financiación: Ninguna declarada
Enlace al sistema de etiquetado de la Academia de Ciencias Médicas
https://press.psprings.co.uk/AMSlabels.pdf
¿Revisión por pares? Sí
Tipo de evidencia: Revisión de la evidencia
Sujetos: Personas
Enlace al artículo
https://nutrition.bmj.com/lookup/doi/10.1136/bmjnph-2019-000053