Los sarcomas son un grupo raro de cánceres en los que se forman células malignas en los huesos o los tejidos blandos del cuerpo.
Los sarcomas de tejidos blandos se forman en el cartílago, la grasa, el músculo, los vasos sanguíneos, los tendones, los nervios y alrededor de las articulaciones. Los osteosarcomas se desarrollan en el hueso; los liposarcomas se forman en la grasa; los rabdomiosarcomas se forman en el músculo; y los sarcomas de Ewing se forman en el hueso y en los tejidos blandos.
El cáncer de huesos y articulaciones se diagnostica con mayor frecuencia entre los adolescentes, mientras que los cánceres de tejidos blandos suelen afectar a los mayores de 55 años.
En 2020, se espera que se diagnostiquen más de 13.000 casos de sarcoma de tejidos blandos y aproximadamente 3.600 casos de sarcoma óseo en Estados Unidos, según datos del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER) del Instituto Nacional del Cáncer. Se espera que mueran unas 5.350 y 1.720 personas por sarcomas de tejidos blandos y óseos, respectivamente. La tasa de supervivencia a cinco años de los sarcomas de tejidos blandos es del 64,7 por ciento, mientras que la tasa de supervivencia es del 66,0 por ciento en el caso de los sarcomas óseos.
Debido a que los sarcomas son difíciles de distinguir de otros cánceres cuando se encuentran dentro de los órganos, su incidencia está probablemente subestimada, según el Instituto Nacional del Cáncer.
Tener ciertos trastornos hereditarios puede aumentar el riesgo de padecer sarcomas de tejidos blandos, como el retinoblastoma, la esclerosis tuberosa, el síndrome de Werner y el síndrome de carcinoma basocelular nevoide. Otros factores de riesgo para los sarcomas de tejidos blandos incluyen el tratamiento anterior con radioterapia para ciertos cánceres; la exposición a ciertas sustancias químicas, como el dióxido de torio, el cloruro de vinilo o el arsénico; y el linfedema a largo plazo en los brazos o las piernas.
El tratamiento anterior con radiación puede aumentar el riesgo de osteosarcoma y otros tipos de cánceres óseos. Otros factores de riesgo para el osteosarcoma son el tratamiento con fármacos anticancerosos denominados agentes alquilantes, tener un determinado cambio en el gen del retinoblastoma y padecer ciertas afecciones como la enfermedad de Paget, la anemia de Diamond-Blackfan y el síndrome de Werner.