No hay corredor vivo que en algún momento no haya sentido que correr es duro. Aquí tienes 5 sencillos consejos que te ayudarán a sentir que correr es un poco más fácil.
Ponte firme y echa los hombros hacia atrás: ¿Alguna vez has notado cómo los corredores se desploman cuando se sienten cansados? Cuando empieces a sentir que esto te ocurre, céntrate en echar los hombros hacia atrás, abrir la caja torácica y ponerte más alto. Esto te ayudará a concentrarte en tu forma, y la respiración te parecerá más fácil.
Reduce intencionadamente tu respiración: Tanto si es porque corres demasiado rápido como si estás agotado, concéntrate en ralentizar tu respiración. Respira más larga y profundamente. Esto te ayudará a tomar más oxígeno. La primera vez que empiezas a hacerlo, puedes sentirte como si te sofocaras o no recibieras suficiente aire. Sigue haciéndolo durante un minuto hasta que tu respiración rápida y superficial disminuya. Una vez que su cuerpo se adapte a esta respiración más profunda, correr debería ser un poco más fácil.
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Sonríe y afloja los puños: Muchos de nosotros mostramos nuestra tensión en la cara y en la forma de apretar el cuerpo. Relaja tu cara sonriendo con fuerza. Abre las manos si las tienes apretadas. Cuando corro, imagino que llevo una mariposa en la mano y no quiero matarla. Otros que visualizan que llevan un huevo crudo en su cáscara- aprietan demasiado y se romperá en su mano.
Corre un poco más rápido: La mayoría de nosotros, si no todos, tendemos a bajar el ritmo cuando nos cansamos. Si quieres mantener tu ritmo, como lo harías en una carrera, empuja más rápido durante un rato. Hacer esto puede ayudar a utilizar diferentes músculos de formas ligeramente nuevas. Una ventaja es que, cuando se reduce el ritmo más rápido, el ritmo al que se corría antes parecerá más fácil. Yo utilizo mucho este método cuando estoy en la cinta de correr y quiero dejarlo. Lo acelero durante un cuarto de milla o media milla. Luego vuelvo a mi ritmo anterior para el resto de la milla.
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Concéntrese en la milla en la que se encuentra, no en lo lejos que ha llegado ni en lo que le queda por recorrer: A mitad de una carrera larga puedes sentirte como si hubieras recorrido un millón de millas y aún te quedara otro millón por recorrer. La fatiga mental puede manifestarse como fatiga física. Concéntrate sólo en el kilómetro que estás recorriendo. No te digas que estás en el kilómetro ocho de una carrera de 18 millas. Estás en la milla uno de una carrera de una milla. Una vez que llegue a la siguiente milla, volverá a estar en la milla uno de una carrera de una milla. Una milla es mentalmente manejable para la mayoría de los corredores cuando la idea de correr 18 o 20+ millas en una sola carrera puede asustar a algunos corredores. Esto puede causar una fatiga innecesaria debido al estrés mental.
¿Qué consejos tienes cuando las cosas se ponen difíciles durante las carreras? Tweet me @mileposts.