La estimulación de los nervios sacros, también conocida como neuromodulación sacra, es una opción para el tratamiento de pacientes con vejiga hiperactiva.
La vejiga es un órgano pélvico hueco que almacena la orina antes de eliminarla del cuerpo. La vejiga hiperactiva, también llamada incontinencia de urgencia, es una afección caracterizada por la contracción involuntaria de los músculos de la pared de la vejiga urinaria que provoca una necesidad repentina de orinar. Los síntomas de una vejiga hiperactiva incluyen la necesidad repentina de orinar (urgencia urinaria), la micción frecuente y la pérdida involuntaria de orina.
El tratamiento conservador de la vejiga hiperactiva incluye cambios en el estilo de vida, entrenamiento de los músculos del suelo pélvico, entrenamiento de la vejiga y medicamentos.
La estimulación de los nervios sacros se considera en las personas que no han encontrado alivio con la terapia conservadora.
La estimulación de los nervios sacros utiliza impulsos eléctricos suaves para estimular los nervios sacros, en la base de la columna vertebral, que controlan la vejiga y los músculos pélvicos. La estimulación de estos nervios puede aliviar los síntomas de la vejiga hiperactiva y ayudar a restablecer la función normal de la vejiga. En una vejiga hiperactiva, los nervios sacros envían varias señales irrelevantes a la vejiga, lo que provoca una necesidad repentina de orinar. La estimulación de los nervios sacros interrumpe estas señales y proporciona un alivio sintomático.
En este procedimiento, se implanta un pequeño dispositivo conocido como neurotransmisor bajo la piel de la región superior de la nalga y se transmite una leve corriente eléctrica a través de cables conductores para estimular los nervios sacros. Esto ayuda a regular el funcionamiento de la vejiga y los músculos relacionados. La estimulación de los nervios sacros no es una cura para la vejiga hiperactiva; sin embargo, puede ayudar a reducir la frecuencia de las micciones o los episodios de enuresis asociados a la vejiga hiperactiva.
Indicciones.
La neuromodulación sacra está indicada en personas con diversos problemas de vejiga y orina, como la urgencia urinaria, la frecuencia de las micciones, la incontinencia urinaria (pérdida de orina) y la retención urinaria no obstructiva.
Procedimiento.
La neuromodulación sacra consta de dos fases:
Fase 1: Se trata de una fase de prueba en la que se implanta un cable de estimulación en un bolsillo subcutáneo en el cuadrante superior externo de la nalga, durante 1 o 2 semanas, para evaluar la respuesta del paciente a la estimulación y comprobar si ésta mejora los síntomas de vejiga hiperactiva. Este procedimiento suele durar entre 30 y 45 minutos y se realiza de forma ambulatoria.
Fase II: Esta fase se realiza tras la finalización con éxito de la fase de prueba. En esta fase se realiza la implantación quirúrgica permanente del dispositivo neurotransmisor.
Este procedimiento suele durar unos 15 minutos y se realiza con anestesia local. El cirujano realizará una pequeña incisión en la piel de la región superior de la nalga. A continuación, se implanta un pequeño dispositivo llamado neurotransmisor bajo la piel de la región superior de las nalgas. Se realiza otra pequeña incisión en la parte inferior de la espalda para implantar un electrodo de larga duración. El dispositivo neurotransmisor envía suaves impulsos eléctricos a través de un cable, a los nervios sacros que influyen en el funcionamiento de la vejiga, los esfínteres y los músculos del suelo pélvico.
Después del procedimiento.
Después del procedimiento, la zona alrededor de la incisión puede sentirse sensible durante unos días. Es posible que tenga que acudir varias veces a la consulta de su médico para ajustar o afinar los parámetros del dispositivo neurotransmisor. Una vez que los parámetros se hayan ajustado a sus necesidades, es posible que necesite revisiones menos frecuentes; una o dos veces al año.
Limite sus actividades durante las primeras 3 a 6 semanas, después del procedimiento, para permitir que la incisión sane. Una vez que la incisión haya cicatrizado por completo, se anima a los pacientes a reanudar un estilo de vida activo.
Precauciones.
La duración de la batería del neuroestimulador puede variar en función de los ajustes individuales y la frecuencia de uso al día. El neuroestimulador completo debe sustituirse cada 3 a 5 años.
Los pacientes con un dispositivo neuroestimulador implantado deben evitar las resonancias magnéticas, los rayos X y la radioterapia, ya que pueden afectar al funcionamiento del dispositivo. También debe evitarse la diatermia (diatermia por ondas de radio, diatermia por microondas o diatermia terapéutica por ultrasonidos).
Consulte siempre a su médico para que le indique las precauciones necesarias antes de someterse a cualquier prueba adicional.
Beneficios.
La estimulación de los nervios sacros ayuda a aliviar los síntomas de la vejiga hiperactiva. Es un tratamiento reversible que puede retirarse en cualquier momento sin que se produzcan lesiones en los nervios.
Riesgos.
Los riesgos asociados a la terapia de neuromodulación sacra son mínimos. Sin embargo, los riesgos pueden ser causados por problemas relacionados con el dispositivo o el procedimiento de implantación, lo que requiere una reprogramación del dispositivo. Los riesgos asociados a la neuromodulación sacra incluyen:
Infección.
Dolor en el lugar del implante.
Desplazamiento del cable.
Problemas técnicos.
Cambios indeseables en la estimulación.
Una vejiga hiperactiva puede hacerle sentir aislado y avergonzado y perturbar su vida diaria. La terapia de neuroestimulación sacra está diseñada para minimizar los síntomas de la vejiga hiperactiva y ayudar a mejorar su calidad de vida.