No hay un orden específico de aparición de los síntomas en el infarto. De hecho, «hay varios síntomas típicos que, en ocasiones, pueden no presentarse», recalca como primera premisa Esther Gorjón Peramato, enfermera y vicepresidenta tercera de la Sociedad de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
El síntoma más destacado es el dolor opresivo e intenso en el pecho (como si tuviera un peso grande encima del pecho), que no se modifica con los movimientos ni con la respiración. En ocasiones se difunde hacia la mandíbula, cuello, espalda, o alguno de los brazos. Puede ir acompañado de dificultad para respirar, mareo, sudor frío, palidez, náuseas y vómitos.
Conocer esto es importante a la hora de detectar que otra persona está sufriendo un infarto. Si esto sucede, Gorjón explica qué hay que hacer.
- 1) Llamar a emergencias
- 2) Si el paciente tiene antecedentes cardiológicos, darle la pastilla o spray recomendado
- 3) Sentar o acostar al paciente si está consciente
- 4) Tumbarlo de lado si está inconsciente
- 5) Realizar la reanimación cardiorrespiratoria en caso necesario
- 6) Mantenerse al lado del paciente en todo momento
- 7) No perder la calma
- 8) Intentar tranquilizar al paciente
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1) Llamar a emergencias
Lo primero es llamar al servicio de emergencias sanitarias para solicitar ayuda, explicando los síntomas del paciente y respondiendo a las preguntas que nos hagan. En este teléfono preguntarán ciertos datos de identificación, como el teléfono desde el que se llama, la dirección donde se encuentra el paciente, el nombre y la edad del mismo, etc.
La dirección es el aspecto más importante que precisan los servicios de emergencia, por lo que debe ser precisa y, en caso de no estar en un domicilio, dar los datos necesarios para la localización de la persona, incluyendo lugares próximos, edificios singulares, etc.
«Nos preguntaran qué es lo que sucede y, en algunos casos, nos pasarán con personal sanitario para que le expliquemos qué ocurre, los síntomas, antecedentes, etc. No pasa nada si no sabemos todos los datos. Lo más importante es explicar lo que vemos y seguir sus instrucciones».
Aunque parezca que se entretienen, «la ayuda ya está de camino, y lo que hacen es recoger más datos para informar a los profesionales que van a ir a atenderle», explica.
2) Si el paciente tiene antecedentes cardiológicos, darle la pastilla o spray recomendado
«Este tipo de pacientes puede que tengan indicaciones del médico de que, si tienen dolor torácico, se tomen algún tipo de pastilla o spray», explica. En este caso, se debe ayudar al paciente a que siga estas indicaciones.
3) Sentar o acostar al paciente si está consciente
«Si la persona está consciente –señala- se recomienda que se siente o se acueste y que no haga esfuerzos». No hay ningún problema en tocar al paciente, lo que hay que evitar es que camine o haga algún esfuerzo.
4) Tumbarlo de lado si está inconsciente
La enfermera subraya que lo mejor es tumbarle de lado y vigilarle mientras llegan los servicios de emergencias. Insta a desabrochar su ropa si le aprieta, proporcionarle un ambiente tranquilo y ventilado.
5) Realizar la reanimación cardiorrespiratoria en caso necesario
Si es un infarto producido una parada cardiorrespiratoria, habría que realizar la reanimación cardiopulmonar. Si no se sabe hacer estas maniobras, desde el teléfono de emergencias nos indicarán cómo hay que hacerlas.
6) Mantenerse al lado del paciente en todo momento
Es imperativo que el acompañante permanezca al lado del paciente por si la situación cambia (si pierde la consciencia, por ejemplo). En ese caso, debe llamar de nuevo al servicio de emergencias. «Se debe llamar a vecinos u otra gente si tienen nociones de primeros auxilios o si son sanitarios».
7) No perder la calma
Gorjón insiste en que «es fundamental no perder la calma y seguir siempre las indicaciones que nos den por teléfono». Para ello, explica que, en general, las personas actúan mejor si conocen lo que deben o no deben hacer.
Estar informados y tener unas nociones de primeros auxilios seguramente ayuden a mantener la calma. Realizar unas respiraciones profundas y lentas también puede funcionar.
8) Intentar tranquilizar al paciente
El nerviosismo suele ser bastante contagioso. «Lo mejor es mostrarse tranquilo, hablar despacio, sin gritos, con amabilidad y cariño. El contacto físico (una mano en el hombro o una caricia en la cara o en la mano) seguro que reconfortan al paciente», afirma la enfermera.
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