Los tratamientos se centran en la capacidad del paciente para respirar sin angustia. La asbestosis está causada por la inhalación de fibras de amianto y es una enfermedad pulmonar que, con el tiempo, crea una respiración dificultosa y dolorosa. Los tejidos pulmonares cicatrizados por las fibras incrustadas impiden el proceso natural de respiración.
Los médicos suelen recetar inhaladores y medicamentos como broncodilatadores, aspirina y antibióticos para ayudar a los diagnosticados de asbestosis. En algunos pacientes, también pueden recomendarse tratamientos como un humidificador, oxigenoterapia, percusión torácica o drenaje postural para aliviar los síntomas de congestión torácica, opresión y dificultad para respirar. Si los síntomas de un paciente son tan graves que los medicamentos no funcionan, el médico puede recomendar una intervención quirúrgica para eliminar el tejido cicatricial.
Medicamentos
Los médicos pueden recomendar una serie de medicamentos para ayudar a la respiración y a las molestias que conlleva la asbestosis. Entre los medicamentos más comunes se encuentran las pastillas para la tos y los jarabes para la tos de venta libre. Estos pueden ser sustituidos, si es necesario, por productos de prescripción médica.
Los medicamentos comunes para el tratamiento de la asbestosis incluyen:
Típicamente prescritos para pacientes con asma, los inhaladores ayudan a relajar los músculos de las vías respiratorias y pueden proporcionar alivio. Algunas de las marcas más comunes que se recetan son Maxair, Ventolin, Serevent, Proventil, Primatene, Accu-Hale y Xopenex.
Hay una serie de medicamentos que pueden diluir las secreciones y abrir las vías respiratorias. Uno de ellos es la Gauifenesina, que facilita la tos. Mantenerse bien hidratado bebiendo agua sigue siendo la intervención más eficaz para conseguirlo.
Para ayudar a la respiración y a que llegue más aire a los pulmones, puede recetarse oxígeno. El oxígeno se transfiere desde un tanque a través de un tubo de plástico que tiene dos puntas que encajan en las fosas nasales.
Si se realiza una cirugía para la asbestosis, se pueden recetar antibióticos para tratar o reducir el riesgo de infección.
Aspirin y Tylenol pueden ser eficaces para reducir el dolor y la inflamación causados por la asbestosis. El médico puede recetar medicamentos más potentes para el dolor si éstos no alivian el dolor torácico y otros síntomas.
Los corticoesteroides (medicamentos antiinflamatorios) y los inmunosupresores, que suelen recetarse cuando se tratan enfermedades pulmonares, son en gran medida ineficaces en el tratamiento de los síntomas de la asbestosis. La asbestosis es una enfermedad que tiene que ver más con la cicatrización que con la inflamación que produce. Los corticosteroides y los inmunosupresores reducen la inflamación.
Cirugía
En determinadas circunstancias, se puede recomendar la cirugía para la asbestosis. En casos raros, un médico puede recomendar un trasplante de pulmón.
El objetivo de las cirugías de asbestosis es aliviar los síntomas y proporcionar alivio del dolor. Un procedimiento quirúrgico probable es la toracocentesis, que drena el exceso de líquido de los pulmones, liberando la presión en los pulmones y facilitando la respiración. (El derrame pleural, que se refiere al exceso de líquido en los pulmones, es un síntoma común de la asbestosis.)
Cirugía de diagnóstico
Los médicos suelen diagnosticar la asbestosis con radiografías y tomografías computarizadas, pero hay ocasiones en las que un médico puede ordenar una biopsia para descartar un mesotelioma u otro tumor pulmonar. Esto suele ocurrir cuando la radiografía de un paciente muestra una lesión o nódulo que puede ser canceroso. Si el médico no puede determinar si la lesión es cancerosa sólo con las radiografías, puede optar por realizar una biopsia para obtener una muestra del tumor para su análisis.
Los patólogos obtienen muestras de tejido de varias formas diferentes, entre ellas:
El médico introducirá una aguja hueca en el pecho y en el tumor para extraer una sección del tejido.
El médico introduce una aguja hueca a través de la pared torácica y en el espacio entre los pulmones y el tórax para extraer una muestra del líquido.
El médico toma muestras de tejido a lo largo de la tráquea a través de una incisión en el cuello.
Los médicos también pueden realizar una biopsia en pacientes con asbestosis que tienen un mayor riesgo de desarrollar también cáncer de pulmón o mesotelioma.
La toracocentesis como tratamiento paliativo
Aunque la toracocentesis puede ayudar a un médico a diagnosticar la presencia de cáncer de pulmón o mesotelioma, el procedimiento también puede tener un uso paliativo en el tratamiento de la asbestosis. En ocasiones, la asbestosis puede causar o ir acompañada de un derrame pleural (la acumulación de líquido entre la pared torácica y los pulmones). Este exceso de líquido comprime los pulmones y dificulta y hace dolorosa la respiración. La eliminación del líquido puede aliviar el dolor torácico y permitir que los pulmones trabajen con mayor eficacia.
La toracocentesis suele ser un tratamiento ambulatorio y es la forma más común y menos invasiva de retirar esta acumulación de líquido.
Transplante de pulmón
En los casos más graves, un médico puede decidir que está justificado un trasplante de pulmón. El trasplante de pulmón consiste en la extirpación de uno o ambos pulmones, que se sustituyen por un pulmón extraído de un donante fallecido.
Los trasplantes de pulmón se consideran con mayor frecuencia cuando la asbestosis va acompañada de enfermedades pulmonares más graves, como el enfisema o el cáncer de pulmón. El proceso de trasplante es largo y complicado, por lo que puede ser inadecuado para muchos pacientes con asbestosis. Para ser considerado para un trasplante de pulmón, el paciente tendrá que someterse a extensas pruebas y exámenes para determinar las posibilidades relativas de éxito del trasplante. Es un tratamiento de último recurso.
Tratamientos alternativos
Algunos pacientes también encuentran alivio mediante tratamientos médicos alternativos como la acupuntura, la terapia de masajes y la medicina homeopática. Aunque ninguno de estos tratamientos ofrece una cura para la asbestosis, muchos de ellos ofrecen alivio del dolor, reducción de la inflamación y un aumento de la función pulmonar.
Los tratamientos alternativos más comunes para la asbestosis incluyen:
- Acupuntura
- Meditación
- Terapia de masaje
- Nutrición
- Medicina a base de hierbas
- Medicina homeopática
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