Patricia Hearst (nacida en 1954) era la heredera de un rico editor de periódicos cuando fue secuestrada y retenida para pedir un rescate por un pequeño grupo terrorista de izquierdas en California. Más tarde fue juzgada y enviada a prisión, junto con sus secuestradores, acusada de atraco a un banco.
Patricia Hearst se convirtió en una celebridad estadounidense, víctima y criminal en febrero de 1974 cuando fue secuestrada por un grupo terrorista de izquierdas, el Ejército Simbionés de Liberación (SLA). Este oscuro grupo revolucionario de Oakland, California, la retuvo para pedir un rescate de 2 millones de dólares. Patricia era nieta de William Randolph Hearst, el acaudalado editor de periódicos de California, pero durante los meses de duro cautiverio le lavaron supuestamente el cerebro y la rebautizaron como «Tania». Para obtener su liberación, sus padres donaron millones de dólares en alimentos a los pobres, pero la entrega se convirtió en un fiasco y no dio lugar a su liberación.
Guerrilla urbana
Cuando Hearst fue filmada en abril de 1974 ayudando al SLA en un atraco a un banco de San Francisco, la víctima del secuestro se transformó en la mente del público en otra estudiante universitaria rica y mimada cuyo estilo de vida poco convencional la llevó a delinquir como «guerrillera urbana» y «feminista radical» confesa. Patty fue capturada un año después durante un tiroteo con la policía. Fue condenada por robo de banco en un sensacional juicio celebrado en California en enero de 1976. El 24 de septiembre fue enviada a prisión por siete años, pero el presidente Carter conmutó su sentencia el 29 de enero de 1979.
Escepticismo del público
Esta fue una noticia importante, pero con un giro extraño. La víctima recibió poca simpatía porque el público estaba disgustado con los asesinos, los radicales y los revolucionarios. La ingenua estudiante universitaria que se convirtió en una ladrona de bancos armada encontró poca comprensión o perdón. La historia no terminó cuando salió de la cárcel. La fascinación del público por el secuestro de la heredera de la prensa fue estimulada por una biografía de 1975, sus propias memorias publicadas en 1982 y una película, Patty Hearst, en 1988.
Las lecturas adicionales
Patricia Campbell Hearst y Alvin Moscow, Every Secret Thing (Garden City, N.Y.: Doubleday, 1982).
Patricia Campbell Hearst y Cordelia Frances Biddle, Murder at San Simeon, Scribner, 1996.
Don West, Patty/Tania (Nueva York: Pyramid, 1975). □