El complejo industrial de la mina de carbón de Zollverein recibió la designación de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 2001, y es uno de los monumentos industriales más impresionantes del planeta. Desde el último turno de trabajo en 1986, Zollverein se ha transformado en un lugar privilegiado para el arte, la cultura y los sectores creativos, atrayendo a más de dos millones de visitantes al año. Este edificio simboliza como ningún otro el cambio estructural de la metrópoli del Ruhr.
Durante su periodo industrial activo, el Complejo Industrial de la Mina de Carbón de Zollverein fue la mayor mina de carbón del mundo, con la mayor coquería de Europa. Además de su gran tamaño, la arquitectura del complejo de Zollverein es sencillamente magnífica; no en vano se dice que Zollverein es la mina de carbón más bonita del mundo. La célebre torre de doble viga es el emblema más famoso de la cuenca del Ruhr y un símbolo del patrimonio industrial de toda una región.
El Denkmalpfad (sendero del patrimonio) ofrece una visión particularmente buena de la época en que las plantas de Zollverein aún estaban activas. Los antiguos mineros guían a los visitantes a través de las instalaciones de la mina y la planta de coque, conduciéndoles entre enormes máquinas paradas y transportándoles a tiempos pasados con historias reales de la mina.
Museos, festivales y conciertos
Los visitantes del Museo del Ruhr aprenderán aún más sobre la historia de la región y su actualidad. A los aficionados al diseño les encantará el Museo del Diseño Red Dot, que también se encuentra en el recinto de Zollverein. Numerosos estudios, oficinas y restaurantes también han encontrado su hogar en el extenso recinto.
Especialmente en verano, el recinto de la mina acoge numerosos eventos como conciertos, cines al aire libre e incluso un festival gourmet. Otros eventos destacados son el Zechenfest (Festival de las Minas de Carbón) y la feria de Arte Contemporáneo del Ruhr, así como festivales como el ExtraSchicht y la Ruhrtriennale, que utilizan el Zollverein como escenario. Para los visitantes interesados en aventuras deportivas, una pista de hielo les espera en invierno, mientras que la piscina Werksschwimmbad invita a los visitantes a refrescarse; la entrada es gratuita.