Cuando es hora de conocer al Ratoncito Pérez
El primer diente movido de un pequeño es un hito agridulce para los padres. Es otra señal de que están creciendo. Pero el momento en que esto ocurre varía mucho.
Los bebés nacen con 20 dientes primarios justo debajo de las encías. Estos dientes, al igual que las muelas de los adultos, varían en forma, tamaño y ubicación. Al igual que un equipo de fútbol, todas sus diferencias trabajan juntas con un propósito: ayudar a los niños a masticar cómodamente, hablar con claridad y sonreír con alegría. También ayudan a formar y moldear la boca, la mandíbula y la cara.
Los dientes de leche comienzan a salir alrededor de los 6 meses de edad y brotan durante los siguientes años. Los niños empiezan a perder los dientes de leche a partir de los cuatro años, mientras que otros no conocerán al Ratón Pérez hasta los siete. Por término medio, la mayoría de los niños empiezan a perder los dientes de leche alrededor de los seis años. Pero el momento no lo es todo. Lo más importante es el orden en el que se caen los dientes y se sustituyen por los permanentes.
Típicamente, los primeros dientes de leche que se caen son los dos inferiores y los dos superiores del frente. Se denominan incisivos centrales inferiores y superiores. Suelen seguir los incisivos laterales, los primeros molares, los caninos y los segundos molares. Los niños pierden sus molares entre los 10 y los 12 años. Los molares adultos salen alrededor de los 13. A los 21 años, suelen haber salido los 32 dientes permanentes.
Si un joven pierde un diente de leche antes de tiempo por una caries o un accidente, podría crear problemas para los dientes permanentes. Un diente adulto podría desplazarse hacia el espacio abierto, apiñando otros dientes y causando torceduras. Alerte al dentista pediátrico de su hijo si éste pierde un diente por cualquier motivo que no sea la salida de un diente permanente.
Asegúrese de que su hijo sigue cepillándose los dientes y utilizando el hilo dental, y recuerde programar revisiones dentales dos veces al año. Las visitas regulares a su dentista pediátrico asegurarán que los dientes de su hijo estén sanos en la transición de los dientes de leche a los permanentes.