El tequila, el licor con su propio ritual mundialmente conocido -lamer la sal de la mano, apurar el trago y luego chupar la lima- se sirve en realidad solo en México, el país de su origen. Pero al igual que un «burrito» de estilo californiano que pretende ser latino, la falta de autenticidad aquí no es necesariamente algo malo. De hecho, con el material de baja calidad, el ritual es casi una necesidad para disimular el ardor astringente. Sin embargo, un tequila bien hecho y mexicano no necesita ni sal ni lima. Estos son los 5 mejores tequilas que hay que saborear.
Utilizando agave y agua del Valle de Tequila y botellas sopladas a mano en México, Fortaleza Blanco es un auténtico producto tequilero, que ofrece una complejidad herbal sin envejecer. Si busca un tequila blanco ejemplar que equilibre los sabores del agave cocido, la lima y la aceituna, Fortaleza Blanco es un producto básico.
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Tequila Añejo Don Pilar
Este tequila ámbar es envejecido durante 18 meses en barricas de roble blanco americano con agave cultivado en los cinco ranchos de Don Pilar en Jalisco, México. Un tequila de notable éxito con numerosos reconocimientos hasta la fecha, los artesanos insisten en una peculiar idiosincrasia de su proceso: durante 200 horas de fermentación, se toca música barroca para animar al agave a dar a luz un delicioso añejo.
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Tequila Casa Dragones Blanco
Nombrado «Mejor Tequila Blanco», este impresionante blanco de pequeño lote es un tequila plateado 100% de agave azul puro pensado para aprovechar al máximo la capacidad del agave en el paladar. Destacado por su sabor puro y crujiente pero suave, el Tequila Casa Dragones Blanco queda muy bien en las rocas o en cócteles artesanales de autor.
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Tequila Plata IXA
Ixá Silver Tequila es una bebida espirituosa bellamente encantadora y compleja que se produce con agave 100% orgánico, completamente madurado en el monte. Con su rica, cremosa y aterciopelada sensación en boca, realmente se obtiene una sensación de superioridad. Combínelo con agave carnoso, cítricos, hierbas frescas y mineralidad y puede estar seguro de que no necesitará sal o lima en ningún lugar cerca de su copa.
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Don Julio 1942 Añejo
Este tequila celebra el 60 aniversario de la apertura de la primera destilería de Don Julio en 1942 con un añejo de agave. Seleccionando a mano el agave que tarda de siete a diez años en crecer, y luego tostando la planta durante 70 horas en hornos tradicionales de mampostería, este tequila se compromete a tomarse el tiempo necesario para hacerlo bien. Concebido en 2002, este Don Julio 1942 fue demasiado popular entre los conocedores para celebrar sólo el 60 aniversario, y desde entonces se destila en pequeños lotes. Un clásico entre los amantes del tequila.
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