En el periodo inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, Europa seguía asolada por la guerra y, por tanto, susceptible de ser explotada por una amenaza comunista interna y externa. En un discurso pronunciado el 5 de junio de 1947 ante la clase que se graduaba en la Universidad de Harvard, el Secretario de Estado George C. Marshall hizo un llamamiento a favor de un programa integral para reconstruir Europa. Avivado por el temor a la expansión comunista y el rápido deterioro de las economías europeas en el invierno de 1946-1947, el Congreso aprobó la Ley de Cooperación Económica en marzo de 1948 y aprobó una financiación que acabaría ascendiendo a más de 12.000 millones de dólares para la reconstrucción de Europa Occidental.
El Plan Marshall generó un resurgimiento de la industrialización europea y trajo amplias inversiones a la región. También fue un estímulo para la economía de Estados Unidos al establecer mercados para los productos estadounidenses. Aunque la participación de la Unión Soviética y de las naciones de Europa del Este fue una posibilidad inicial, la preocupación soviética por el posible dominio económico de Estados Unidos sobre sus satélites de Europa del Este y la falta de voluntad de Stalin de abrir su sociedad secreta a los occidentales condenaron la idea. Además, es poco probable que el Congreso de Estados Unidos hubiera estado dispuesto a financiar el plan con tanta generosidad si la ayuda se destinaba también a las naciones comunistas del bloque soviético.
Por lo tanto, el Plan Marshall se aplicó únicamente a Europa Occidental, excluyendo cualquier medida de cooperación del bloque soviético. Cada vez más, la reactivación económica de Europa Occidental, especialmente de Alemania Occidental, era vista con recelo en Moscú. Los historiadores económicos han debatido el impacto exacto del Plan Marshall en Europa Occidental, pero estas opiniones divergentes no restan importancia al hecho de que el Plan Marshall ha sido reconocido como un gran esfuerzo humanitario. El Secretario de Estado Marshall se convirtió en el único general que ha recibido el Premio Nobel de la Paz. El Plan Marshall también institucionalizó y legitimó el concepto de los programas de ayuda exterior de Estados Unidos, que se han convertido en una parte integral de la política exterior estadounidense.