Nos interesó mucho leer el reciente estudio de Welk y Herschorn, y el comentario relacionado de Steele, en relación con el papel de los cabestrillos autólogos de fascia del recto para la incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE) femenina compleja recurrente.1,2 Los autores informan de que, en el seguimiento a medio plazo de 33 mujeres con cirugía de continencia previa fallida, el cabestrillo pubovaginal se asoció a una reducción significativa del uso de compresas y a buenos índices de satisfacción de las pacientes.1
En 2010, revisamos la bibliografía publicada sobre las opciones terapéuticas para el tratamiento de las mujeres con IUE recurrente tras el fracaso de un cabestrillo sintético para la uretra media (MUS).3 En ese momento, no se había informado de ningún estudio sobre los resultados después de la EVP para un MUS previo fallido y, por lo tanto, los datos comunicados por Welk y Herschorn son especialmente bienvenidos. Recientemente también hemos recopilado datos sobre mujeres sometidas a una EVP fascial del recto por una IUE compleja recurrente en nuestra unidad de uroginecología terciaria. Se realizó una video-urodinámica preoperatoria en todas las mujeres que se sometieron a la EVP. La técnica quirúrgica utilizada fue muy similar a la de Welk y Herschorn,1 con una tira de 13 × 2 cm de fascia del recto cosechada. Todos los casos fueron vistos en la clínica a las 6 semanas y a los 12 meses del postoperatorio y en períodos de seguimiento variables a partir de entonces. En las visitas de seguimiento, se realizó una uroflujometría y un volumen residual postmiccional y se evaluó la curación subjetiva de la IUE.
Identificamos a 7 mujeres que se sometieron a la EVP tras un fracaso previo de la MUS, con las que se contactó por teléfono para completar el cuestionario ICIQ-SF4 y determinar la curación (Tabla 1). Las mujeres tenían una edad media de 61 (rango: 41-73) años y eran un grupo complejo, con una mediana de 2 (rango: 1-4) cirugías de continencia previas. Todas las mujeres completaron la encuesta telefónica y la mediana del intervalo desde la EVP fue de 5 años (rango: 0,5-9 años). La tasa de fracaso a largo plazo tras la EVP por IUE recurrente en nuestra población fue del 14% (1/7). Esta paciente tenía una disfunción miccional preoperatoria y seguía necesitando un autosondaje 4,5 años después de la EVP. Un segundo paciente requirió autosondaje por disfunción miccional de novo, pero estaba seco.
Tabla 1.
Caso | MUS | Intervalo (años) | Otro tratamiento de la IUE | IMC | Videodinámica preoperatoria | Complicaciones postoperatorias | Seguimiento telefónico-seguimiento telefónico | |||||
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DO | PVR (mL) | MUCP (cmH2O) | ICIQ | OAB | SUI | |||||||
1 | IVS | 1 | Bulking | 29 | N | 0 | 18 | – | 9 | 3/21 | N | V. leve |
2 | IVS | 4 | Nadie | 21 | N | 0 | 52 | – | 7.5 | 8/21 | Y | N |
3 | IVS | 6 | Peso de incontinencia | 32 | N | 0 | 25 | Embolo pulmonar embolia | 6 | 3/21 | Y | N |
4 | IVS | 2 | Repetición de IVS | 33 | Y | 200 | N/A | Predisfunción miccional existente (CISC) | 4.5 | 19/21 | Y | Y |
5 | TVT-O | 2 | Colposuspensión &abultamiento (x2) | 27 | N | 40 | 11 | ITI, fiebre | 3 | 7/21 | Y | N |
6 | TVT | 4 | Pessary & abultamiento | 27 | Y | 30 | 25 | – | 2 | 0/21 | N | N |
7 | TVT | 5 | Colposuspensión & pesario | 28 | N | 0 | 29 | Disfunción miccional de novo (CISC) | 0.5 | 19/21 | Y | N |
MUS: cabestrillo de la uretra media; IUE: incontinencia urinaria de esfuerzo; IMC: índice de masa corporal; DO: sobreactividad del detrusor; PVR: volumen residual postmiccional; MUCP: presión máxima de cierre uretral; ICIQ: Consulta Internacional sobre Incontinencia (formulario corto); VAB: vejiga hiperactiva; IVS: cabestrillo intravaginal; TVT-O: cinta transvaginal-obturadora; ITU: infección del tracto urinario; CISC: autosondaje intermitente limpio; PVS: cabestrillo pubovaginal.
En general, el 71% (5/7) de las mujeres se curaron completamente y el 86% (6/7) quedaron satisfechas. La tasa de VAB de novo en mujeres con una vejiga estable antes de la operación fue del 80% (4/5). Una mujer, con antecedentes de trombofilia conocida, sufrió un gran émbolo pulmonar en el día postoperatorio 12, pero se recuperó completamente.
Estamos de acuerdo con los comentarios de Steele de que la EVP autóloga sigue teniendo un papel como procedimiento de rescate en la IUE femenina compleja recurrente. Encontramos que la EVP se asoció con una baja tasa de fracasos, pero con una alta tasa de OAB de novo a los 5 años en una pequeña población de mujeres con MUS sintéticos previos fallidos. Aunque el caso de embolia pulmonar en nuestra población suscita cierta preocupación, trabajos anteriores de la Red de Tratamiento de la Incontinencia Urinaria informaron de una tasa baja (0,3%) de tromboembolismo venoso después de la EVP, lo cual es tranquilizador5.