Philip Kosloski – publicado el 18/06/17
Los sacerdotes siempre han sido vistos en la Iglesia Católica como padres espirituales, basándose en múltiples pasajes de la Biblia.
El tema de llamar a los sacerdotes «padre» puede ser un poco confuso. En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: «No llaméis padre a nadie en la tierra, porque tenéis un solo Padre, que está en el cielo» (Mateo 23:9).
A primera vista, esto parecería contradecir la costumbre católica de llamar «padre» a los sacerdotes. Más aún, ese versículo hace parecer que no debemos llamar a nuestro padre, «padre», y que la única persona a la que podemos llamar «padre» es Dios.
¿Qué debemos hacer con esto?
En el contexto, Jesús se está dirigiendo a la hipocresía de los escribas y fariseos. El padre William Saunders, en un artículo para Catholic Exchange, resume lo que Jesús estaba tratando de hacer.
Nuestro Señor los castiga por no dar un buen ejemplo; por crear onerosas cargas espirituales para los demás con sus diversas normas y reglamentos; por ser altivos en el ejercicio de su cargo; y por promocionarse buscando lugares de honor, buscando marcas de respeto y llevando símbolos ostentosos. En el fondo, los escribas y los fariseos habían olvidado que estaban llamados a servir al Señor y a los que les habían sido confiados con humildad y espíritu generoso.
Dado ese contexto, Jesús dice que no se llame a nadie en la tierra con el título de «Rabí», «Padre» o «maestro», en el sentido de arrogarse una autoridad que corresponde a Dios y de olvidar la responsabilidad del título.
Catholic Answers añade a la aclaración y explica cómo » estaba usando la hipérbole (exageración para hacer un punto) para mostrar a los escribas y fariseos lo pecaminosos y orgullosos que eran por no mirar humildemente a Dios como la fuente de toda autoridad y paternidad y enseñanza, y en su lugar erigirse como las últimas autoridades, figuras paternas y maestros.»
Esto ayuda a entender por qué el propio Jesús utilizó a veces el título de padre para alguien que no era Dios, incluido el «Padre Abraham», el padre del Hijo Pródigo, y otros padres terrenales (véase Mateo 10:37). Jesús se estaría contradiciendo si pretendiera una aplicación estricta de sus palabras a los fariseos. El contexto es siempre la clave para interpretar pasajes difíciles.
Con esto en mente, ¿por qué los católicos llaman «padre» a los sacerdotes?
Los sacerdotes siempre han sido vistos en la Iglesia Católica como padres espirituales. San Pablo lo dejó claro al escribir a los corintios: «No os escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos muy queridos. Porque aunque tenéis innumerables guías en Cristo, no tenéis muchos padres. Porque yo me he convertido en vuestro padre en Cristo Jesús por medio del Evangelio» (1 Cor. 4:14-15).
Incluso el Papa desde el principio ha sido conocido como «papa», que es un término latino para «padre» usado por un niño.
El término representa la paternidad espiritual de todos los sacerdotes y cómo somos sus hijos en la fe. Ellos transmiten y cultivan la fe y nos aconsejan como un padre aconseja a su hijo o hija. Esta es una de las razones por las que la Iglesia occidental sigue favoreciendo el celibato en el sacerdocio, permitiendo a los sacerdotes la libertad de ser padres espirituales del rebaño que Dios les ha confiado.
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