Más de 3.000 pacientes con cáncer ya han sido tratados con el acelerador médico de iones pesados de Chiba en el Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas desde 1994. Los resultados clínicos han verificado claramente la eficacia y seguridad de la radioterapia de iones pesados. El resultado más importante ha sido establecer que el ion de carbono es una de las radiaciones más eficaces para la radioterapia. La fuente de iones es necesaria para realizar un haz estable con las mismas condiciones para el funcionamiento diario. Sin embargo, la deposición de iones de carbono en la pared de la cámara de plasma es normalmente inevitable. Esto provoca un «efecto anti-revestimiento de la pared», es decir, una disminución del haz, especialmente para los iones de mayor estado de carga debido al material de la superficie de la pared. Hay que exigir a la fuente de iones que produzca un haz suficientemente intenso en estas malas condiciones. Otros problemas se resolvieron mediante mejoras y mantenimiento, y así obtuvimos suficiente reproducibilidad y estabilidad junto con una disminución de los fallos. Resumimos nuestros más de 13 años de experiencia, y mostramos el alcance de futuros desarrollos.