En Hapten Sciences, nos dedicamos a identificar y desarrollar eficazmente productos novedosos en fase inicial que contribuyan significativamente a la salud y el bienestar de las personas en todo el mundo.
PDC-APB
El producto inicial de la empresa, el PDC-APB, es una pequeña molécula que actúa como una vacuna para prevenir el picor y la erupción extremadamente dolorosos (dermatitis de contacto) causados por la exposición al aceite de urushiol de las plantas de hiedra, roble y zumaque venenosos. Cada año se producen en Estados Unidos más de 50 millones de casos -y más de siete millones de visitas al personal sanitario- debido a la exposición a estas plantas venenosas. Recientemente, la empresa ha completado la fabricación del ingrediente farmacéutico activo para los estudios preclínicos necesarios y los ensayos clínicos en humanos. Hapten ha presentado una solicitud de nuevo fármaco en investigación (IND) en 2015. En 2017, Hapten completó un estudio de seguridad de fase I en sujetos sanos y recientemente ha iniciado un segundo estudio de fase I para evaluar la seguridad y la actividad biológica en sujetos con sensibilidad probada al urushiol, medida mediante pruebas de parche.
PDC-APB actúa como una vacuna/inmunoterapia para prevenir la dermatitis de contacto causada por la exposición al aceite de urushiol de la hiedra venenosa, el roble venenoso o el zumaque venenoso. Desde que obtuvo la licencia de PDC-APB de la Universidad de Mississippi en 2010, Hapten Sciences ha llevado a cabo un extenso trabajo preclínico -realizado en el marco de las subvenciones de Transferencia Tecnológica de Pequeñas Empresas (STTR) de los Institutos Nacionales de Salud- para desarrollar moléculas para la prevención de la dermatitis de contacto, y para realizar estudios de viabilidad de fabricación y estudios de prueba de concepto relacionados con la seguridad y la eficacia en modelos animales.
Contexto
La hiedra venenosa, el roble venenoso y el zumaque venenoso producen en sus hojas, tallos y raíces un aceite urushiol que irrita la piel. Los expertos informan de que entre el 50 y el 85 por ciento de la población de Estados Unidos es sensible al urushiol y, cuando se expone adecuadamente, sufre una reacción alérgica. La gravedad de la erupción depende de la sensibilidad de la persona expuesta y de la cantidad de aceite expuesta a la piel, pero suele durar unos 14 días.
Todos los años se producen en EE.UU. aproximadamente 50 millones de casos de dermatitis de contacto relacionada con el urushiol y siete millones de visitas al médico. La exposición a la hiedra venenosa, el roble venenoso y el zumaque venenoso es una de las causas más comunes de las reclamaciones de indemnización de los trabajadores relacionadas con la dermatitis. Un estudio citó que los empleados de las industrias agrícola, forestal y pesquera tuvieron un coste medio de reclamación médica de 3.552 dólares, y un tiempo medio de incapacidad de 23,9 días.
Las plantas productoras de urushiol crecen de forma silvestre en gran parte de los Estados Unidos. La hiedra venenosa (Toxicodendron radicans) se encuentra en toda Norteamérica. El roble venenoso (Toxicodendron diversilobum) crece predominantemente a lo largo de las costas este y oeste de Norteamérica. El zumaque venenoso (Toxicodendron vernix) prefiere las zonas pantanosas desde Maine hasta Florida y al oeste del río Misisipi. El aceite de urushiol que producen todas estas plantas es extremadamente potente. Tan sólo un microgramo -una millonésima parte de un gramo- de urushiol puede provocar una reacción en una persona muy sensible.
Las moléculas de urushiol también son muy estables y pueden mantener su potencia durante varios años. Además, el aceite se transfiere fácilmente a través de la piel de los animales, la ropa y prácticamente cualquier otro objeto que haya sido expuesto. Si las plantas se queman, el aceite puede transferirse a través del humo y provocar reacciones en los pulmones.