El moho se desarrolla a temperatura ambiente, lo que hace que su casa sea el hábitat perfecto para su crecimiento. El moho está formado por pequeños hongos, y -vivos o muertos- son alérgenos que pueden afectar a la salud de su familia. El moho vive allí donde hay humedad y oxígeno, por lo que los armarios, las bandejas de goteo del frigorífico, los aparatos de aire acondicionado, los cubos de basura, los colchones, las almohadas, los áticos, las alfombras y la tapicería son entornos perfectos para que el moho florezca. El moho suele originarse en los sótanos y luego se extiende al resto de la casa. Las corrientes de aire y el movimiento llevan el moho a la cocina, a los baños y a cualquier otro lugar en el que haya una combinación de alimentos y humedad.
El moho puede desencadenar una serie de síntomas de alergia, como estornudos, secreción y congestión nasal, tos, dolores de cabeza, problemas de audición (cuando las trompas de Eustaquio están afectadas) y goteo postnatal. Aunque no inducen los síntomas tradicionales de la alergia al polen, como el picor de ojos y nariz, sí que provocan la inflamación de las membranas mucosas de la nariz y los senos paranasales.
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La alternaria y el cladosporium son los mohos más comunes que provocan alergias, cuyos efectos pueden ir desde la rinitis alérgica leve hasta el asma e incluso la bronquitis. La bronquitis es la inflamación de las vías respiratorias que conducen a los pulmones. El moho negro, también conocido como moho negro tóxico, se asocia con el moho conocido como Stachybotrys chartarum que se encuentra en casos extremos de zonas empapadas de agua en los edificios, como en el tejado, el techo, las paredes y los paneles. El Centro de Control de Enfermedades ha relacionado este tipo de moho con una serie de trastornos pulmonares, como la bronquitis crónica y aguda, e incluso la muerte.
Los ancianos, los bebés, los niños pequeños, los fumadores y las personas con afecciones respiratorias o cardíacas son especialmente susceptibles al impacto del moho. La mejor manera de combatir los efectos del moho sobre la salud es mantener los entornos domésticos y laborales limpios, secos y bien ventilados.