El mieloma, también conocido como mieloma múltiple, es un cáncer de la sangre que surge de las células plasmáticas. En un momento dado hay alrededor de 24.000 personas con mieloma en el Reino Unido. Representa el 15% de los cánceres de la sangre y el 2% de todos los cánceres. El mieloma afecta principalmente a los mayores de 65 años, aunque se ha diagnosticado en personas mucho más jóvenes.
¿Qué son las células plasmáticas?
Las células plasmáticas son un tipo de glóbulo blanco que se produce en la médula ósea. La médula ósea es el material «esponjoso» que se encuentra en el centro de los huesos más grandes del cuerpo y es donde se producen todas las células sanguíneas.
Las células plasmáticas forman parte de su sistema inmunitario. Las células plasmáticas normales producen anticuerpos, también llamados inmunoglobulinas, para ayudar a combatir las infecciones.
¿Cómo se desarrolla el mieloma?
El mieloma se desarrolla cuando el ADN se daña durante el desarrollo de una célula plasmática. Esta célula anormal comienza entonces a multiplicarse y a extenderse dentro de la médula ósea. Las células plasmáticas anormales liberan una gran cantidad de un único tipo de anticuerpo -conocido como paraproteína- que no tiene ninguna función útil.
A diferencia de muchos cánceres, el mieloma no existe como un bulto o un tumor. La mayoría de los problemas médicos relacionados con el mieloma se deben a la acumulación de células plasmáticas anormales en la médula ósea y a la presencia de la paraproteína en el organismo.
El mieloma afecta a múltiples lugares del cuerpo, por lo que a veces se denomina mieloma «múltiple». El mieloma afecta a los lugares en los que la médula ósea está normalmente activa en un adulto, como los huesos de la columna vertebral, el cráneo, la pelvis, la caja torácica, los huesos largos de los brazos y las piernas y las zonas alrededor de los hombros y las caderas.