El moho amarillo es un hongo que normalmente crece en lugares oscuros y húmedos. Existen varias especies de este moho, algunas de las cuales pertenecen a géneros tóxicos o ampliamente conocidos por destruir la madera. Normalmente es obvio cuando un edificio tiene una infestación de moho amarillo porque el color del moho suele ser brillante y difícil de pasar por alto. Sin embargo, el color de este tipo de moho varía; por ejemplo, algunos pueden parecer casi blancos, y muchos están al menos teñidos de blanco. Identificar correctamente el moho como una especie determinada es difícil y es mejor dejarlo en manos de un profesional que pueda analizarlo en un laboratorio.
Un tipo de moho amarillo es tóxico y generalmente pertenece al género Aspergillus, en el que se clasifican varios cientos de otras especies de moho. Algunos de estos mohos, incluida la variedad amarilla tóxica, pueden ser peligrosos tanto para los seres humanos como para los animales. Si se encuentra moho amarillo en un edificio, debe tratarse con precaución, y no debe tocarse sin guantes ni respirarse. El moho amarillo rampante con cuerpos frutales blancos que crecen de él es una señal de que la zona afectada ha estado muy húmeda durante mucho tiempo. Eliminar este moho del edificio suele implicar el tratamiento de cualquier fuga y el secado de la humedad, o de lo contrario es probable que el moho vuelva a aparecer.
Otro moho que aparece de color amarillo es la especie Serpula lacrymans, que es ampliamente conocida como el moho come-casa porque es un hongo frecuentemente responsable de la podredumbre seca. Este moho tiende a ser de color amarillo oscuro, casi dorado, con esporas blancas que crecen de él cuando las condiciones son adecuadas. Como ocurre con la mayoría de los mohos, el calor y la humedad son ideales para el crecimiento de la podredumbre seca. Este tipo de moho se documentó por primera vez a principios del siglo XVIII y desde entonces ha ayudado o causado el deterioro de un gran número de edificios de madera. Los muebles de madera, ya sean de interior o de exterior, también son vulnerables al desarrollo de moho y acabarán destruyéndose si no se tratan.
Proporcionar una buena ventilación, limitar la humedad y mantener las áreas circundantes limpias puede ayudar a prevenir el crecimiento del moho amarillo. El moho no puede desarrollarse sin humedad, por lo que ventilar bien una zona y ocuparse rápidamente de las fugas suele ser una buena estrategia defensiva. La limpieza regular de la zona también puede prevenir el crecimiento del moho amarillo, así como matar las esporas invisibles. El jabón y el agua tibia, la lejía diluida o ciertos productos de limpieza comerciales se utilizan habitualmente para estos fines.