Stents liberadores de fármacos
Además de proporcionar soporte estructural a la arteria coronaria, algunos stents de nueva generación también tienen un recubrimiento medicado para ayudar a evitar que el vaso se vuelva a estrechar.
Tanto los stents de metal desnudo como los liberadores de fármacos pueden reabrir eficazmente las arterias coronarias.
Sin embargo, dependiendo de las características individuales del paciente, el médico puede utilizar un stent liberador de fármacos (DES), que es mucho más eficaz para mantener la arteria abierta a lo largo del tiempo.
Aunque los stents han demostrado ser un tratamiento seguro y eficaz, su uso puede, en raras ocasiones, dar lugar a lo que se conoce como trombosis del stent. La trombosis del stent es un coágulo de sangre que se produce tras la implantación del stent. En un pequeño porcentaje de pacientes con stents, las células sanguíneas pueden volverse pegajosas y agruparse para formar una pequeña masa, o coágulo. Cuando se forma un coágulo de sangre, puede bloquear el flujo libre de sangre a través de una arteria y puede causar un ataque al corazón o incluso la muerte. La trombosis del stent puede producirse tanto en pacientes con stents metálicos como con stents liberadores de fármacos. Los científicos están investigando actualmente si existe un mayor riesgo de trombosis del stent con determinados stents liberadores de fármacos.
Lo más importante que puede hacer es seguir las recomendaciones de su cardiólogo para tomar la medicación anticoagulante, también conocida como terapia antiplaquetaria dual (aspirina con clopidogrel o ticlopidina). Es muy importante no dejar de tomar esta medicación antes de que su cardiólogo se lo indique.