Está de moda. Internet está lleno de historias de cómo todo el mundo, desde las estrellas de cine a la gente común, se han deshecho de los kilos rebeldes con la dieta cetogénica. Algunos sugieren que este patrón de alimentación también puede ser útil para controlar la diabetes y prevenir la enfermedad de Alzheimer. Entonces, ¿es una dieta milagrosa o sólo la última moda?
Cómo funciona la dieta cetogénica
La dieta cetogénica es un patrón de alimentación alto en grasas, moderado en proteínas y bajo en carbohidratos, que difiere de las recomendaciones generales de alimentación saludable. Muchos alimentos ricos en nutrientes son fuentes de carbohidratos, como las frutas, las verduras, los cereales integrales, la leche y el yogur. En una dieta ceto, los carbohidratos de todas las fuentes están severamente restringidos. Con el objetivo de mantener los carbohidratos por debajo de 50 gramos al día, las personas que hacen la dieta ceto no suelen consumir panes, granos o cereales. Incluso las frutas y las verduras están limitadas porque también contienen carbohidratos. Para la mayoría de la gente, la dieta ceto requiere hacer grandes cambios en la forma en que suelen comer.
¿Por qué la dieta ceto restringe los carbohidratos?
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo. Sin suficientes carbohidratos para obtener energía, el cuerpo descompone la grasa en cetonas. Las cetonas se convierten entonces en la principal fuente de combustible para el cuerpo. Las cetonas proporcionan energía al corazón, los riñones y otros músculos. El cuerpo también utiliza las cetonas como fuente de energía alternativa para el cerebro. De ahí el nombre de este patrón de alimentación.
Para nuestro cuerpo, una dieta cetogénica es en realidad un ayuno parcial. Durante un ayuno total o estado de inanición, el cuerpo no tiene ninguna fuente de energía. Por lo tanto, descompone la masa muscular magra como combustible. Con la dieta cetogénica, las cetonas proporcionan una fuente alternativa de energía. A diferencia de un ayuno completo, la dieta ceto ayuda a mantener la masa muscular magra.
¿Es segura la dieta ceto?
Este patrón de alimentación no se recomienda para individuos con:
- Enfermedad del páncreas
- Afecciones del hígado
- Problemas de tiroides
- Trastornos alimenticios o un historial de trastornos alimenticios
- Enfermedad de la vesícula biliar o aquellos a los que se les ha extirpado la vesícula
Además, existen riesgos para la salud tanto a corto como a largo plazo para todas las personas asociadas a la dieta ceto. Los riesgos para la salud a corto plazo incluyen síntomas similares a los de la gripe. Por ejemplo, malestar estomacal, dolor de cabeza, fatiga y mareos. Esto se denomina «ceto-gripe». Algunas personas también informan de problemas para dormir. La reducción del consumo de verduras, frutas y cereales integrales con alto contenido en fibra también puede aumentar el riesgo de estreñimiento. A menudo, las personas que hacen dieta ceto deben tomar un suplemento de fibra para ayudar a mantener la regularidad, pero esto debe ser discutido con un proveedor de atención médica.
Los riesgos para la salud a largo plazo de la dieta ceto incluyen cálculos renales, enfermedades del hígado y deficiencias de vitaminas y minerales. Para limitar los carbohidratos, se eliminan muchas verduras y frutas ricas en nutrientes. Por lo tanto, la ingesta de vitamina A, C, K y folato suele ser baja.
La naturaleza alta en grasas de la dieta ceto es muy controvertida. Un conjunto considerable de investigaciones ha demostrado que las dietas con alto contenido en grasas saturadas pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y otros problemas de salud crónicos. El riesgo que las personas que hacen la dieta ceto pueden correr con respecto a su salud cardiovascular a largo plazo no se ha estudiado completamente.
Lo que la ciencia nos dice sobre la dieta ceto
La dieta ceto se ha utilizado para ayudar a controlar la epilepsia, un trastorno caracterizado por las convulsiones, durante más de 100 años. Estudios más recientes están evaluando la dieta ceto como un tratamiento dietético alternativo para la obesidad y la diabetes. Los resultados de la investigación sobre los beneficios de la dieta ceto para estas condiciones de salud son extremadamente limitados. Los estudios sobre la eficacia de la dieta ceto se realizaron con pequeños grupos de personas. Además, la mayoría de las investigaciones sobre la enfermedad de Alzheimer se basan en investigaciones realizadas en animales de laboratorio. Para evaluar completamente la seguridad de este patrón de alimentación, se necesita más investigación. Además, se deben realizar estudios sobre los efectos a largo plazo de la dieta ceto en la salud.
El índice de masa corporal y las tasas metabólicas individuales influyen en la rapidez con la que los distintos individuos producen cetonas. Esto significa que en la dieta ceto, algunas personas pierden peso más lentamente que otras – incluso si están siguiendo el mismo plan de dieta ceto exacta. Para este grupo de personas, la dieta ceto puede ser frustrante y puede afectar a su motivación para hacer cambios dietéticos saludables. Además, muchas personas no son capaces de seguir la dieta ceto y recuperan el peso después de volver a su patrón de alimentación anterior.
La conclusión
La dieta cetogénica es bastante restrictiva. La investigación apoya este patrón de alimentación para la epilepsia cuando se maneja junto con un equipo de atención médica, ya que su tratamiento puede ser muy complejo. Sin embargo, en lo que respecta a la dieta cetogénica como herramienta para la pérdida de peso y otros beneficios para la salud, el jurado aún no está decidido.
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