Un almacén de datos es un depósito central de hechos e información que obtiene y mantiene datos históricos y acumulados de varios sistemas internos y externos. El almacén de datos se compone de una combinación de tecnologías que permiten a los usuarios transformar los datos dispersos y sin procesar en inteligencia procesable, obtener una única versión de la verdad y mejorar el proceso general de toma de decisiones.
El objetivo principal de un almacén de datos es almacenar enormes cantidades de datos para su consulta y análisis. Facilita los procesos analíticos y de elaboración de informes que ayudan a los usuarios a tomar decisiones empresariales rutinarias y estratégicas basadas en datos.
La arquitectura del almacén de datos
Un almacén de datos consta de varios componentes. Los datos de los diferentes sistemas operativos se extraen, transforman y cargan en el área de preparación, donde los datos se someten a la estandarización y el perfilado. En la capa de integración, los datos «depurados» se integran en una forma unificada y se envían al almacén de datos para su almacenamiento. Mediante el procesamiento analítico, los datos se segmentan en subconjuntos y se transfieren a varios mercados de datos en función de la información requerida por usuarios específicos para la elaboración de informes.
Diferencia entre una base de datos y un almacén de datos
A menudo se confunde un almacén de datos con una base de datos. Esencialmente un sistema transaccional, una base de datos supervisa y actualiza los datos en tiempo real, proporcionando a los usuarios la versión más reciente de los datos. En cambio, un almacén de datos se compone de datos estructurados agregados extraídos mediante el proceso de extracción, transformación y carga (ETL). A diferencia de una base de datos, los datos no se originan en un almacén de datos, sino que proceden de diferentes sistemas de información y gestión.
Un entorno de almacén de datos se compone de una base de datos relacional, una solución ETL, un motor OLAP y una herramienta de análisis de datos, junto con otras aplicaciones utilizadas para recopilar datos y ofrecer información útil a los usuarios de la empresa.
La importancia de un almacén de datos
En las organizaciones, los datos están dispersos en una variedad de sistemas internos y externos que contienen información en varios formatos, orientaciones y tipos de archivo. Además, algunos de estos sistemas llevan un contenido de datos similar, lo que provoca duplicidades que pueden causar incoherencias en los procesos de análisis y elaboración de informes.
Los responsables de la toma de decisiones requieren una versión precisa y única de la información, sin redundancias, para calibrar los factores de negocio, las condiciones del mercado, los comportamientos de los consumidores y otros aspectos. Desde una lista completa de clientes de la empresa hasta el mayor número de ventas en un mes con detalles de las transacciones, los usuarios pueden adquirir información a todos los niveles.
El almacenamiento de datos está orientado a producir informes completos y bien definidos que garanticen un alto nivel de precisión. Esto permite a los líderes empresariales y a los analistas profundizar en detalles específicos que no pueden comprender a través de fragmentos de información almacenados en bases de datos individuales. Además, ayuda a realizar la minería de datos sobre las tendencias actuales e históricas para identificar patrones importantes y extraer ideas inteligibles para el análisis predictivo.
Los almacenes de datos aumentan el rendimiento de los sistemas operativos y las bases de datos, que están diseñados para manejar cantidades relativamente pequeñas de datos, al quitarles la carga del almacenamiento y la accesibilidad. Por lo general, las organizaciones tienen millones de registros acumulados a lo largo del tiempo, que pueden tener un tamaño de terabytes o petabytes. Con la ayuda de un almacén de datos, todos los datos pueden almacenarse fácilmente sin sobrecargar ningún sistema individual.
Por último, tener un almacén de datos es esencial para aprovechar el poder de la inteligencia empresarial (BI). Los datos, que han sido perfilados, limpiados y comprobados para garantizar su calidad, se introducen en las herramientas de BI para proporcionar análisis y una representación visual de los hechos y las cifras para tomar decisiones bien fundamentadas. Además, los usuarios pueden comparar los datos en marcos temporales específicos para realizar análisis de tendencias del mercado de consumo y de la industria.