Si su bebé chilla durante las siestas, es probable que tenga entre manos a un bebé sano y revoltoso. Hay algunos consejos que circulan por el mundo de la crianza sobre cómo conseguir que su bebé duerma la siesta con más tranquilidad, pero en general, los chillidos se consideran normales.
Cuando su bebé chilla durante la siesta
Hay varias razones por las que su bebé chilla durante la siesta. Colocar a un bebé activo en su cuna o moisés y anticipar un ciclo REM instantáneo es más que idealista: es una expectativa francamente irreal.
Un gran factor que contribuye al comportamiento del bebé durante la siesta será su edad. Los recién nacidos suelen necesitar medidas de sueño complementarias, como la estimulación externa, para conciliar el sueño. Muchos bebés lactantes se quedan dormidos mientras toman el pecho. Los bebés alimentados con leche artificial pueden cansarse mientras toman el biberón. En ocasiones, basta con un chupete, ya que el propio acto de succionar puede agotar a un recién nacido. A medida que el bebé crece, puede estimularse más fácilmente. Se interesará por su entorno. Si su cuna dispone de amplios juguetes y centros de actividad, es posible que se agote durante el tiempo de juego.
¿Debo preocuparme si mi bebé chilla durante la siesta?
Todo el mundo ha oído hablar o se ha referido al dicho «duerme como un bebé». Puede que le sorprenda (o no) saber que, en realidad, muchos bebés no tienen un sueño profundo. Pueden tener un sueño increíblemente ruidoso. Si oyes a tu bebé chillar, chillar, gruñir o gemir mientras duerme, es completamente normal. A medida que tu bebé avanza en sus ciclos de sueño, habrá episodios de sueño tranquilo y profundo junto con su sueño ruidoso y «chirriante». Todo esto se considera un comportamiento normal del sueño.
¿Qué significan los diferentes tipos de chillidos?
En general, un bebé que chilla suele significar que su pequeño está bastante contento y emocionado. En el otro extremo del espectro, un chillido puede ser de miedo o de incomodidad, dependiendo de la situación. A veces, los bebés pueden incluso pasar por una fase en la que sienten que necesitan chillar excesivamente y en voz alta. Esto suele indicar que tu bebé ha encontrado su voz. Tranquilícese, es una fase normal y acabará por superarla.
Si nota un chillido o ruido agudo cuando su bebé inhala mientras duerme, podría ser un signo de estridor o laringomalacia. El sonido empeora cuando el bebé está durmiendo, comiendo o agitado. Está causado por un exceso de tejido alrededor de la laringe y no es grave. Esta afección suele desaparecer cuando el bebé cumple dos años.
Desafíos de la siesta
La rutina de la siesta del bebé puede cambiar o verse alterada por diversas circunstancias, entre las que se incluyen:
Quizá no esté tan cansado
La explicación más sencilla para la angustia de la siesta del bebé es que realmente no esté cansado. El horario de siesta de un bebé cambiará a medida que se desarrolle. Muchos padres se encuentran felizmente ajustados a una rutina que su bebé pronto supera. De repente, el pequeño ya no quiere dormir a las 11 de la mañana. Además, en torno a los 10 meses, es posible que el bebé ya no desee dos siestas al día, lo que puede alterar drásticamente la hora programada para su primera siesta.
Los padres pueden ser a menudo demasiado liberales con las siestas, creyendo que su bebé requiere más descanso del que realmente necesita. Los matices del comportamiento de un bebé pueden ser difíciles de interpretar porque, a veces, un bebé también se resiste a las siestas porque está demasiado cansado.
Quizá sólo esté demasiado cansado
Los bebés que están agotados suelen resistirse a la hora de la siesta con más vociferación que si no están cansados. Un bebé que no está cansado puede intentar entretenerse durante unos breves minutos antes de determinar que la siesta es inaceptable. En cambio, un bebé agotado puede hacer algo más que chillar. Puede enfurecerse abiertamente contra la idea. Sabrás claramente que éste es el caso cuando el bebé bosteza en medio de sus furiosos gritos.
Un bebé agotado puede suponer un verdadero reto para los padres. Algunas madres ignoran esta situación optando por el método del llanto. Otras adoptan una serie de sencillas técnicas de arrullo que pueden ser útiles.
Consejos para arrullar al bebé
Hay algo que decir sobre arrullar al niño para que se duerma. Aunque no es el método preferido por los padres ocupados, todo, desde una mecedora y una canción hasta pasear al bebé por la casa en un fular, puede considerarse una técnica de arrullo. Estos métodos distraen al niño del punto central: su siesta. Mientras el bebé esté distraído con un movimiento de balanceo o de paseo, a menudo se quedará dormido.
Un columpio para bebés puede ser un aparato muy práctico para arrullar a tu hijo. El movimiento rítmico de balanceo del columpio suele ir acompañado de una máquina de sonidos y canciones. La repetición de ciertas canciones o ruidos, combinada con el balanceo, es una rutina perfecta para arrullar al bebé. Los columpios son también una excelente opción para las madres con varios hijos. En estos casos, es posible que la madre no tenga tiempo de mecer siempre a su bebé para que se duerma, por lo que un columpio actúa como «niñera a la hora de la siesta».
Satisfacer las necesidades del bebé
Si su hijo tiene hambre, está mojado o se ha ensuciado, puede experimentar algunos chillidos agitados a la hora de dormir. Es importante que te asegures de que todas las necesidades de tu bebé han sido satisfechas antes de que se acueste a dormir la siesta. Los pañales mojados son incómodos, al igual que un estómago vacío, por lo que es difícil esperar que su hijo duerma la siesta de forma congenial cuando su entorno y sus necesidades personales son deficientes.