Síntomas de daños en los nervios
Cuando los nervios de la mano y el brazo se lesionan los síntomas comunes pueden incluir una pérdida de control muscular, fuerza y sensación. Si no se trata, estos músculos pueden atrofiarse, o debilitarse, hasta el punto de no ser funcionales. Las lesiones nerviosas también pueden provocar dolor y debilidad en la mano y los dedos.
Causas del daño nervioso
Cualquier lesión traumática en las manos o los dedos que provoque presión, estiramiento excesivo o corte de un nervio puede provocar daños en los nervios de la mano y el brazo. Si se aplica suficiente presión a las fibras nerviosas, éstas pueden desgarrarse. Lo mismo puede ocurrir cuando los nervios se estiran. Las lesiones por compresión, también llamadas lesiones nerviosas por movimientos repetitivos, empeoran cuando se continúa con esa actividad o movimiento. Estas lesiones incluyen el síndrome del túnel carpiano y el síndrome del túnel cubital.
Sus opciones de tratamiento
Después de la reparación del nervio, la rehabilitación se centra en tres áreas: inmovilización inicial para proteger la reparación; movimiento de la articulación para promover el movimiento del nervio; y reeducación motora y sensorial. Normalmente, la parte del cuerpo lesionada se coloca en una órtesis de posición segura para proteger el lugar de la reparación durante aproximadamente 3 semanas. Sin embargo, muchas veces es conveniente permitir un poco de movimiento para asegurarse de que el nervio no se atasca en el tejido cicatricial. Una vez curado el nervio, se enseña al paciente a compensar la pérdida de la capacidad de sentir en la zona afectada por la lesión nerviosa. Un dedo que no siente puede lesionarse fácilmente al tocar algo demasiado caliente o afilado. Si la lesión nerviosa afecta a gran parte de la mano, puede ser necesario ayudar a la persona a aprender a mover los dedos/muñeca de forma más normal, ya que los músculos que dependen del nervio lesionado para hacer el brazo/muñeca/mano/dedo pueden haberse dañado. Esto puede dar lugar a un movimiento anormal. Pueden ser necesarias estrategias y patrones de movimiento alternativos para realizar las tareas cotidianas. Los terapeutas trabajan con la persona para desarrollar una mayor destreza y compensar la pérdida de sensibilidad.