Por Urs Ch. Hofmeier
El Dr. Urs Ch. Hofmeier es director general de Swiss Salt Works y consejero delegado de SelFin Invest.
Es el Presidente de EUsalt, la Asociación Europea de Productores de Sal. La visión de EUsalt es ser la voz autorizada de la industria de la sal en Europa en materia de promoción y educar y comunicar los valores y beneficios de la sal como elemento esencial para la industria química y el sector energético y como mineral vital para la salud, la seguridad y la nutrición.
La sal, o cloruro de sodio, es un mineral que se encuentra de forma natural en los mares y en depósitos subterráneos. Es un compuesto químico iónico con la fórmula NaCl. Esto significa que por cada gramo de sal, casi el 40% (39,337%) es sodio (Na) y más del 60% (60,663%) es cloro (Cl).
¿De dónde viene nuestra sal?
La sal se obtiene directamente del agua de mar o de la salmuera natural, o de los depósitos de sal gema. En Europa, muchos depósitos de sal gema se formaron hace entre 200 y 250 millones de años como resultado de la evaporación de mares anteriores, incluyendo una cuenca que cubría grandes partes de Europa pero que se ha secado desde entonces. Hay tres tipos de extracción de sal: la evaporación solar, la extracción de sal gema y la extracción de soluciones. Cada una de ellas implica una tecnología específica y los productores de sal seleccionan la técnica más adecuada en función de las condiciones topográficas y socioeconómicas particulares de su zona de explotación.
La sal en la mesa
El uso más conocido de la sal es, sin duda, como elemento para la cocción y preparación de alimentos. El cuerpo humano no es capaz de producir su propia sal, por lo que el organismo depende de las distintas fuentes de sal de los alimentos para asegurar la ingesta diaria necesaria. La sal también tiene un importante papel tecnológico en la fabricación de muchos alimentos. Además de su conocida función como conservante y potenciador del sabor, también es fundamental para la consistencia y la textura de muchos alimentos, como el pan y el queso. En Europa, sólo un 7% de toda la sal producida es de calidad alimentaria.
La sal, un elemento esencial en la industria química
Probablemente menos conocido es que la industria química es, con mucho, el mayor consumidor de sal. La sal es la materia prima para la producción de cloro y sosa cáustica; se producen por la electrólisis de la sal en forma de salmuera. El cloro es un desinfectante extremadamente eficaz y un componente esencial en la fabricación química de miles de productos utilizados a diario. Otras aplicaciones dentro de la industria química son:
– Industria de la pulpa y el papel: para el despulpado y la neutralización, el lavado y el blanqueo y el procesamiento de residuos de papel
– Textiles: curtido de pieles, acabado de la lana y el algodón, teñido y blanqueo
– Aditivos del petróleo
– Tintes
La infografía muestra muchas más aplicaciones en la industria química.
Tratamiento del agua e impacto en la eficiencia energética
El agua dura es aquella que contiene minerales disueltos invisibles, principalmente minerales de calcio y magnesio. Lo más habitual es que la gente note el efecto del agua dura por la acumulación de cal en los hervidores y en las duchas, o en otros aparatos domésticos que utilizan agua. Los problemas asociados al agua dura pueden resolverse instalando un descalcificador. Los descalcificadores funcionan mediante el proceso de intercambio de iones. Básicamente, el agua pasa a través de millones de minúsculas perlas de resina cargadas negativamente que atraen los minerales de la dureza: el calcio y el magnesio. La resina se «lava» para eliminar los minerales y se vuelve a utilizar. La sal es esencial para la regeneración de las resinas de intercambio iónico. El ablandamiento del agua aumenta la eficacia y la vida útil de los aparatos que consumen mucha energía. De este modo, la sal ayuda a reducir el consumo de energía y disminuye los residuos de los aparatos defectuosos.
La sal nos mantiene seguros en invierno
Durante el invierno contamos con la sal para mantener nuestras carreteras seguras y libres de nieve o hielo. La sal es el agente descongelante más utilizado en Europa y en todo el mundo debido a sus enormes ventajas. No sólo es ampliamente natural y fácil de almacenar y utilizar, sino que además tiene el menor impacto medioambiental cuando se utiliza correctamente. Cuando la sal se aplica al hielo y la nieve, reduce la temperatura de congelación del agua y, por tanto, derrite el hielo y la nieve.