Qué es la tendinitis bicipital
Tendinitis bicipital tratamiento y síntomas. La tendinitis bicipital, también conocida como tendinitis del bíceps y tendinitis del hombro, es la inflamación de la cabeza larga del tendón del bíceps. El bíceps es un músculo situado en la parte delantera de la parte superior del brazo, y ayuda a la flexión del codo (flexión). Los tendones unen el músculo al hueso.
El hombro es una articulación esférica. Una serie de tendones y músculos mantienen el brazo en la cavidad del hombro. El manguito de los rotadores proporciona fuerza y estabilidad a la articulación glenohumeral (una articulación esférica, también denominada articulación del hombro) y está formado por cuatro músculos: el subescapular, el supraespinoso, el infraespinoso y el teres menor. Todos estos músculos rodean esta articulación y ayudan a controlar la articulación durante la rotación. La articulación glenohumeral es el lugar donde el húmero (hueso de la parte superior del brazo) se une a la escápula (omóplato). El músculo bíceps tiene dos tendones (cabeza larga y cabeza corta) que se unen al hombro; la cabeza larga se inserta en la glenoides y la cabeza corta se une a la apófisis coracoides (una protuberancia del omóplato). El tendón del bíceps queda expuesto en la parte delantera del hombro al pasar por el surco bicipital del húmero (surco intertubercular) y se une al tubérculo glenoideo superior de la escápula.
La tendinitis biciptal es una lesión deportiva típica por sobrecarga y es común entre los atletas que realizan una acción que supone un esfuerzo para el hombro. Por ejemplo, los nadadores, los tenistas, los remeros, los golfistas y cualquier persona que levante objetos pesados con regularidad, como los levantadores de pesas. Si la lesión está relacionada con el trabajo, puede ser necesario ajustar las prácticas laborales para evitar que la lesión se agrave aún más.
Qué causa la tendinitis bicipital
Un aumento de la frecuencia e intensidad del entrenamiento.
Acción repetitiva, como lanzamientos, levantamientos.
Calentamiento y estiramientos inadecuados.
Poca flexibilidad y músculos tensos.
Músculos centrales débiles.
Cuáles son los síntomas de la tendinitis bicipital
El hombro puede estar rígido después del ejercicio. La inflamación, el enrojecimiento y el dolor pueden sentirse y verse en la parte delantera del hombro, en el punto en el que la cabeza larga del tendón del bíceps se inserta en la glenoide (la cavidad del hombro).
El dolor empeora con la actividad y puede ser doloroso por la noche. El dolor se puede sentir cuando se pone resistencia contra el hombro al flexionarlo (doblarlo) y cuando el hombro se gira hacia dentro.
Durante la flexión y la extensión se pueden sentir crujidos en la parte delantera del hombro.
Un resultado positivo en la prueba de Yergason y en la de Speeds indica una tendinitis del bíceps. Para la prueba de Yergason se dobla el codo a 90 grados y se coloca el antebrazo en pronación (girado y boca abajo). Se coloca una resistencia contra el antebrazo mientras éste intenta girar para quedar boca arriba (posición supina). Si se siente dolor en el surco bicipital durante esta acción, se confirma una prueba positiva y sugiere un desgarro de la cabeza larga del bíceps. En la prueba de Speeds, el codo se endereza y el antebrazo mira hacia arriba. Se ejerce presión sobre el antebrazo mientras se eleva hacia arriba hasta los 60 grados. Se confirma una prueba positiva, si se siente dolor en la zona que rodea el surco del bíceps.
Cómo tratar la tendinitis bicipital
Descanso; el ejercicio debe aumentarse gradualmente siguiendo un plan de ejercicios bien estructurado.
El hielo puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación (sobre todo en el caso de desgarros del manguito rotador). Durante las primeras 48-72 horas, pueden administrarse bolsas de hielo durante 10-15 minutos, cada 2-3 horas. El bastón de hielo, es otra forma de terapia con hielo, utilícelo para masajear la zona específica de la inflamación y el dolor. Como el bastón de hielo es más intenso, puede aplicarse durante 5-10 minutos cada 2-3 horas.
El tratamiento con hielo puede continuarse durante la fase subaguda (3 días-3 semanas); la frecuencia puede reducirse en función de la recuperación, y puede continuarse durante el tiempo que se considere necesario.
En la fase subaguda puede aplicarse terapia de calor.
Puede ser necesario administrar AINE (antiinflamatorios) o paracetamol. Debe pedirse consejo médico antes de administrarlos (en caso de posibles efectos secundarios).
En algunos casos, los médicos pueden aconsejar inyecciones de esteroides para aliviar el dolor.
La fisioterapia puede ayudar mediante ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento en la fase subaguda y crónica de la curación. El masaje deportivo es una forma eficaz de tratamiento y puede ayudar a la reparación en la fase subaguda y crónica, mejorando la circulación, rompiendo el tejido cicatricial, mejorando la movilidad y estirando los tendones y los músculos.
El masaje no debe administrarse durante la fase aguda. Si hay alguna condición médica subyacente, como una condición cardíaca, es importante buscar consejo médico antes de recibir el masaje.
Es importante que no se permita que el hombro se endurezca, y debe mantenerse móvil; sin embargo, es importante que se evite cualquier ejercicio que implique un movimiento repetido del hombro, y que se siga un programa de rehabilitación de ejercicios. Un fisioterapeuta o un terapeuta de masaje deportivo puede aconsejar sobre los ejercicios adecuados de movilidad articular, fortalecimiento y flexibilidad.
Las bandas de resistencia son buenas para las primeras etapas de fortalecimiento. Por ejemplo, un curl de bíceps puede realizarse inicialmente sin ningún equipo, y a medida que el bíceps se fortalece se puede introducir una banda de resistencia, seguida de mancuernas. La fuerza y el peso pueden ajustarse en función de cada persona.
La tendinitis bicipital puede reaparecer. Por lo tanto, es importante que, una vez que se haya recuperado por completo, se realice un calentamiento antes del ejercicio.
Si el tratamiento de la tendinitis del bíceps se retrasa o es ineficaz, puede dar lugar a una afección denominada hombro congelado. Esto se debe a que, para evitar el dolor, el paciente se vuelve más cauteloso a la hora de utilizar el hombro. El hombro se endurece gradualmente y se congela.
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