El tratamiento más eficaz para el trastorno bipolar es una combinación de medicamentos y psicoterapia. La mayoría de las personas toman más de un medicamento, como un fármaco estabilizador del estado de ánimo y un antipsicótico, una benzodiacepina o un antidepresivo. Sin embargo, es importante que el tratamiento sea continuo -incluso después de sentirse mejor- para mantener los síntomas del estado de ánimo bajo control.
La investigación no ha demostrado que los antidepresivos sean tan fiablemente seguros y eficaces en las personas con trastorno bipolar como en otras formas de depresión, lo que hace que su uso sea más controvertido. Otros tipos de medicamentos, incluidos algunos estabilizadores del estado de ánimo y ciertos antipsicóticos atípicos, suelen ser los tratamientos de primera línea para la depresión bipolar. La FDA ha advertido que los antidepresivos pueden aumentar el riesgo de pensamientos y comportamientos suicidas en niños y adolescentes con depresión y otros trastornos mentales.