Resumen
PIP: Este artículo se centra en las complicaciones para el manejo médico de las enfermedades transmitidas por el aire, como la tuberculosis. Los bacilos que causan la tuberculosis fueron aislados por primera vez en 1882, por Robert Koch. Hubo que esperar hasta 1944 para que se produjeran avances en el tratamiento de la tuberculosis. En 1998, la Organización Mundial de la Salud (OMS) libra una nueva guerra contra la propagación de la tuberculosis, que ha reaparecido tras años de inactividad. La OMS predice que 30 millones de personas morirán de tuberculosis y 300 millones se infectarán en 2008. La tuberculosis se transmite por el aire al toser, estornudar, hablar o escupir. Una persona infectada de tuberculosis puede infectar fácilmente a otras 10 o 20 personas en el mismo año con la misma cepa. La reaparición de las infecciones de tuberculosis se debe al aumento de las migraciones, los viajes y el turismo internacionales, el sida, la multirresistencia y el debilitamiento de los sistemas de salud pública tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. La multirresistencia se debe a que las personas no toman los medicamentos prescritos durante el periodo de tiempo previsto. El tratamiento dura entre 6 y 8 meses, pero los síntomas desaparecen al cabo de 2 o 3 meses. La gente se olvida de tomar sus regímenes de medicamentos durante un periodo tan largo. Algunos consideran que los costes de los medicamentos o de las visitas al médico son demasiado elevados. Los bacilos de la tuberculosis pueden mutar y hacerse resistentes a los nuevos fármacos si no se erradican las cepas. Las nuevas estrategias de gestión de la OMS ofrecen un curso corto de tratamiento que debe ser seguido con el apoyo del personal médico. La estrategia de tratamiento directamente observado (DOTS) elimina la bacteria del cuerpo y reduce el potencial de contagio. El DOTS ha demostrado tener altas tasas de curación y un bajo coste (11-40 dólares/persona).