Antecedentes: Las ulceraciones nasales tienen muchas causas. Las ulceraciones autoinducidas son difíciles de diagnosticar y tratar. Dos condiciones raras con ulceración nasal autoinducida son el síndrome trófico del trigémino (TTS) y el trastorno facticio (FD). El síndrome trófico del trigémino se caracteriza por la anestesia del trigémino, la ulceración de las alas nasales y la parestesia facial. La aparición de la úlcera nasal tras la ablación del trigémino por neuralgia es diagnóstica. Las lesiones nasales autoinducidas que se producen en la DF se distinguen principalmente de las del STC por la presencia de una función normal del nervio trigémino y la frecuente negación de la manipulación de la lesión por parte del paciente.
Objetivos: Aumentar el conocimiento de los médicos sobre los trastornos que conducen a la ulceración nasal autoinducida y discutir los problemas de manejo en nuestra serie de pacientes.
Diseño: Una revisión retrospectiva de 7 casos en los que los pacientes acudieron a la consulta de reconstrucción entre marzo de 1985 y octubre de 1997 y en los que se encontraron ulceraciones nasales autoinducidas.
Entorno: Centro médico universitario terciario.
Resultados: Se identificaron cinco pacientes con TTS y se sometieron a una reconstrucción nasal una media de 43 meses (rango, 4-72 meses) después de la presentación de la úlcera nasal. Cuatro de los 5 pacientes desarrollaron una recidiva de la úlcera entre 1 y 58 meses después de la reconstrucción; la reconstrucción secundaria provocó una recidiva en 2 de estos pacientes. Se identificaron dos pacientes con FD y ulceración nasal autoinducida. Uno de estos 2 pacientes se sometió a una reconstrucción nasal total 15 meses después de la aparición de la úlcera y desarrolló una recidiva 2 semanas después de la cirugía.
Conclusiones: La ulceración nasal autoinducida sigue siendo una condición difícil de diagnosticar y tratar. Deben excluirse las afecciones fácilmente tratables y el estudio diagnóstico debe incluir una biopsia de tejido y estudios de laboratorio. Los pacientes con STC pueden tener hallazgos oculares asociados, y los que los tengan deben ser remitidos a una consulta oftalmológica. Se puede considerar la reconstrucción quirúrgica en el paciente altamente motivado con STC; sin embargo, la recurrencia de la úlcera es común. Los pacientes con FD deben ser tratados principalmente con cuidados locales de la herida y remitidos para una intervención psiquiátrica. Recomendamos encarecidamente las prótesis nasales como medio principal de corrección estética y desaconsejamos la reparación quirúrgica en el paciente con FD.