Tracy y yo hicimos un ritual de quema esta mañana para liberar las cosas que nos estaban reteniendo en nuestras vidas.
Esto es algo que hemos querido hacer durante mucho tiempo, pero seguimos posponiéndolo (¡sí, la procrastinación nos ha estado reteniendo!)
Fue una mañana hermosa, soleada y fría para aventurarnos a la orilla del río para liberar las cosas que nos retienen.
Fue una experiencia hermosa y positiva.
Una cosa es «pensar» en liberar el miedo, la duda o la autoconversación negativa de tu vida. Otra cosa es crear una experiencia que utilice los elementos de la naturaleza (en nuestro caso, el fuego, el agua y el aire) para reforzar tu intención.
Tracy y yo hemos estado experimentando con el uso de la naturaleza para ayudar a nuestro viaje de crecimiento personal trabajando con aceites esenciales, cristales, ciclos lunares, hierbas y marcando el cambio de las estaciones.
Aunque sé, intelectualmente, que la quema de trozos de papel en un caldero no eliminó inmediata y automáticamente las influencias negativas de mi vida, el acto físico de crear un ritual que involucra los cinco sentidos convierte un deseo en algo un poco más tangible.
A veces, los rituales pueden parecer ridículos o extraños, pero también son poderosos catalizadores que te llevan de la fase de sueño/deseo a la fase de acción/creación.
Este es uno de esos rituales en los que das el primer paso para dejar de querer cambiar y pasar a destruir físicamente lo que quieres liberar de tu vida.
Preparación del ritual
Para hacer este ritual, necesitarás:
- Un recipiente seguro para quemar, como una olla de metal, un pozo de fuego, etc… (nosotros usamos un caldero de hierro fundido de 4 pulgadas de diámetro),
- Papeles,
- Un bolígrafo o un lápiz,
- Un encendedor o una cerilla.
- Opcional: Cristal de cuarzo claro, salvia blanca o varilla de cedro.
Paso 1: Escribe lo que quieres soltar
En una hoja de papel, escribe cualquier mal hábito o influencia negativa que te esté frenando.
Una cosa que me frena últimamente es un apego a algunos fracasos del pasado que está haciendo tambalear mi creencia en algunos de los proyectos en los que estoy trabajando ahora.
Este enfoque (apego) a los fracasos pasados se manifiesta en forma de procrastinación y vacilación porque estoy proyectando las emociones pasadas asociadas al fracaso en los objetivos futuros que me he fijado.
También lucho con la ansiedad y con el pensamiento del peor de los casos.
Cuando hagas este ritual, es importante que especifiques qué es lo que te está frenando. No escribas simplemente «dudas sobre ti mismo». Escribe qué es lo que dudas de ti mismo.
No te limites a escribir «autoconversaciones negativas». Escribe las cosas reales que te dices a ti mismo y que te mantienen atascado en la vida.
Si escribes «Ansiedad &Preocupación», escribe las principales preocupaciones que te mantienen despierto por la noche, o que rondan tu cabeza.
Una vez que hayas escrito los hábitos de estilo de vida o de mentalidad que te están frenando, entonces es el momento de pasar al Paso 2.
Paso 2: Prepara tu espacio ritual
Busca un espacio al aire libre que esté protegido del viento y alejado de materiales inflamables (como hojas secas, etc…).
Empezamos la ceremonia quemando un poco de salvia blanca para limpiar el espacio que nos rodea y comenzar oficialmente el ritual.
Tómate unos momentos para tranquilizar tu mente. Medita. Golpea o toca un cuenco. Diario. Despejarse, calmarse y concentrarse.
Paso 3: Soltar &Soltar
Leer cada papel en voz alta. Puedes decir algo como: «Libero la ansiedad y la preocupación por mis finanzas…». Siéntete libre de ser específico sobre tus preocupaciones exactas.
Después de leer cada papel, arrúgalo y colócalo en el caldero.
Cuando todos los papeles estén en el caldero, es el momento de quemarlos.
Paso 4: Quemar
Usando un mechero o una cerilla, enciende el papel y deja que arda hasta que no queden más que cenizas.
Asegúrate de elegir un lugar al aire libre que esté protegido del viento. Te recomiendo que coloques el recipiente en el que vas a quemar el papel sobre un trozo de tierra o arena sin vegetación, sobre piedra o sobre un camino de entrada. Nosotros colocamos nuestro caldero sobre una bañera de hormigón para pájaros.
Utilizar un recipiente con tapa también es una buena idea en caso de que necesites contener o controlar el fuego.
Una vez que el papel se haya reducido a cenizas, procede al paso 5.
Paso 5: Liberación
Una vez que el fuego se haya apagado y no haya brasas, puedes deshacerte de las cenizas de varias maneras. Actualmente vivimos cerca de un río, así que las arrojamos y dejamos que la corriente se las lleve.
O puede dejar que el viento se las lleve. Si usted hace esta opción, ASEGÚRESE LAS CENIZAS SON FRÍAS. No querrá que una brasa caliente prenda fuego a nada. (Asegúrate de respetar las «prohibiciones de quema» locales durante las condiciones de sequedad, viento u otras condiciones de riesgo de incendio.)
También puedes esparcir las cenizas por el suelo o enterrarlas.
Tracy y yo volvimos a encender salvia blanca y luego quemamos un poco de cedro seco para invitar a la energía positiva a nuestras vidas.
Puedes terminar con una ducha o un baño y un cambio de ropa para significar un renacimiento: tu emergencia y liberación de las cosas que te retenían.
Trabajando la magia del ritual
El simple hecho de hacer una ceremonia de quema como la que he descrito anteriormente no va a liberar inmediatamente todas las conversaciones negativas sobre uno mismo, las dudas, la ansiedad, las preocupaciones o los hábitos autodestructivos de tu vida.
Este ritual es un punto de partida -una experiencia de soltar y liberar- pero para que se mantenga, tienes que comprometerte a trabajar para aflojar tu agarre en el autosabotaje.
Puedes repetir este ritual tan a menudo como sea necesario. Hazlo una vez a la semana. O una vez al mes. Hagas lo que hagas, comprométete a hacer el trabajo de alejarte de lo que te ha estado frenando y a establecer una práctica diaria de autocuidado y atención plena para apoyar tu transformación.