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¿Estás consumiendo suficiente vitamina D, también conocida como la vitamina del «sol»? Entre otros riesgos, no tener suficiente cantidad de esta vitamina protectora podría suponer un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además, las investigaciones relacionan los niveles más altos de este micronutriente con mejores resultados en caso de padecer cáncer de mama.
La doctora Holly Pederson, directora de los Servicios Médicos de Mama de la Clínica Cleveland, explica por qué la vitamina D es tan importante y comparte sus mejores consejos sobre cuánto es suficiente y cómo asegurarse de que la está recibiendo.
¿Qué dicen las investigaciones sobre la vitamina D?
«La vitamina D es un cofactor importante en muchos procesos del cuerpo», dice la Dra. Pederson. «Pero la mayoría de la gente no recibe la cantidad suficiente».
Las investigaciones relacionan los niveles bajos de vitamina D con una serie de problemas de salud, como:
- Interrupción del sueño.
- Diabetes.
- Presión arterial alta.
- Debilidad muscular.
- Accidentes y caídas.
- Esclerosis múltiple.
Las investigaciones también sugieren que tener niveles bajos de vitamina D puede aumentar las posibilidades de padecer ciertos tipos de cáncer, incluido el de mama. Según el estudio, las que tenían los niveles más altos de vitamina D en la sangre presentaban una disminución del 45 por ciento del riesgo de padecer cáncer de mama en comparación con las mujeres con los niveles más bajos de vitamina D en la sangre.
Otro estudio asocia fuertemente los niveles más altos de vitamina D en el momento del diagnóstico con mejores tasas de supervivencia entre las mujeres con cáncer de mama.
Pero es importante tener en cuenta que las variantes del gen receptor de la vitamina D (que gobierna la forma en que las células absorben la vitamina) pueden influir en la capacidad de la vitamina D para prevenir el cáncer o hacer que el cáncer sea menos grave si se produce, independientemente del nivel en la sangre, dice el Dr. Pederson.
¿De dónde viene la vitamina D?
La vitamina D difiere de otros micronutrientes. El cuerpo produce la vitamina cuando se expone la piel a la radiación ultravioleta B del sol, dice el Dr. Pederson.
También se puede obtener parte de la vitamina en la dieta. El salmón, el atún fresco y la caballa son fuentes naturales. La leche, el yogur y algunos cereales para el desayuno están fortificados con vitamina D, o puedes tomar un suplemento vitamínico.
¿Cómo sabes si estás recibiendo suficiente?
No hay ningún síntoma fijo que aparezca si tu cuerpo no está recibiendo suficiente vitamina D, dice el Dr. Pederson. Pero es más probable que tengas una deficiencia si vives en un clima más frío que recibe menos luz solar durante los meses de invierno.
También es más probable que tengas una deficiencia si tienes un índice de masa corporal (IMC) alto, o si tienes la piel más oscura (más melanina en tu piel bloquea los rayos ultravioleta B del sol), dice.
Con tantas variables en juego, ¿cómo puede saber con seguridad sus niveles de vitamina D?
La Dra. Pederson recomienda lo siguiente:
- Empiece a tomar un suplemento diario de 1.000-2.000 unidades de vitamina D.
- Espere seis meses.
- Pida a su médico que le extraiga sangre para comprobar sus niveles.
- Mantenga un nivel de vitamina D en el rango normal.
Aunque tomar un suplemento de vitamina D es seguro para la mayoría de las personas, debe consultar primero con su médico si tiene antecedentes de cálculos renales, dice.
Aunque muchos estudios han abordado la relación entre la vitamina D y el riesgo de cáncer de mama, no hay acuerdo sobre la cantidad de vitamina que se necesita para reducir el riesgo. Pero la doctora Pederson recomienda mantener un nivel normal de vitamina D porque también se ha demostrado que favorece la densidad ósea.
«Hasta que se formulen políticas y recomendaciones basadas en datos, es razonable mantener el nivel de vitamina D en un rango normal, lo que puede reducir el riesgo de padecer cáncer de mama y mejorar la supervivencia si se padece», dice.
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